Cuando queda poco más de un mes para el inicio de la XIV edición de DOCUMENTAMADRID (4-14 de mayo, Cineteca), empezamos a conocer algunos de los títulos que engrosarán su programación. Hoy, la organización del certamen madrileño ha anunciado que su Competición Nacional estará formada por 9 largometrajes y 12 cortometrajes, entre los que destacan los estrenos mundiales de los largometrajes Adentro de Pau Coll Sánchez, Paisaxes da Capelada de Alberto Lobelle –que ya había competido antes en este certamen con Matisse se escribe con dos eses– y la Ladrillo de Quentin Ravelli. Respecto a los cortometrajes, DOCUMENTAMADRID acogerá la premiere internacional de Dies de Festa de Clara Martínez Malagelada, 25 Cines/Seg de Luis Macías, Kafeneio de Nuria Giménez Lorang y Andrekale de Maria Ibarretxe y Alaitz Arenzana. Por último, el largometraje Ala-Kachuu de Roser Corella y el cortometraje Cucli de Xavier Marrades, se estrenarán en el ámbito nacional en el marco del Festival.

Además de mostrar películas inéditas, DOCUMENTAMADRID 2017 proyectará en su Sección Competición Nacional cintas premiadas en prestigiosos certámenes internacionales. Es el caso del largometraje Converso de David Arratibel, Premio del Público en Punto de Vista y Premio al Mejor Director de Documental en el Festival de Málaga, donde el Premio del Público se lo llevó Donkeyote de Chico Pereira, estrenada en Rotterdam. También estará en el festival la co-producción hispano-mexicana El remolino de Laura Herrero Garvín, estrenada en Locarno. En la categoría de cortometrajes, también se proyectarán films como The Fourth Kingdom de Alex Lora Cercos y Adán Aliaga –Premio Mini-Doc en el Big Sky Documentary Film Festival de Montana, USA– o Cabeza de orquídea de Violeta Blasco, Germán López, Carlotta Napolitano, Angélica Sánchez y Claudia Zegarra, valedor del Premio SGAE Nueva Autoría a la Mejor Dirección en Sitges.

La organización destaca “el número de mujeres directoras que compiten por los Premios del palmarés”. En ese sentido, Esquece monelos de Ángeles Huerta lleva a cabo una reflexión lírica y coral a través de la historia de un río olvidado en A Coruña. La cineasta Roser Corella desvela en Ala-Kachuu la sórdida práctica de secuestros de mujeres obligadas a casarse con sus captores en Kirguistán.

Por su parte, Enrique Baró Ubach reflexiona sobre los límites entre ficción y documental en La película de nuestra vida a través de un atípico autorretrato a través de las experiencias de tres generaciones en el tiempo de un verano luminoso y compartido. En la categoría de cortometraje, El mundanal ruido de David Muñoz López muestra con ironía el proceso de creación del cine a través de múltiples experiencias unidas a través de la búsqueda del folclore de nuestro país, mientras que Tigger de Iban del Campo –segunda parte de la trilogía Dirty Martiny– retrata a un personaje referente del nuevo burlesque que bajo ese nombre ha resurgido en el off- Broadway de Nueva York.

El becerro pintado de David Pantaleón –estrenada en Rotterdam- desarrolla una ingeniosa parábola sobre el culto a lo material. Sub Terrae, el nuevo trabajo de Nayra Sanz Fuentes, ofrece una experiencia sensorial absoluta. Y por último, No hablo rumano de Rocío Montaño muestra la experiencia de una directora empeñada en retratar en primera persona la cultura romaní a través de un conocido suyo cuyo itinerario no estará exento de obstáculos.