Across the universe llegó al mismo tiempo en el momento adecuado y demasiado tarde. En principio lo tenía todo para triunfar: un musical que (por fin) podría utilizar un libreto formado exclusivamente por canciones de los Beatles —canciones cuyos derechos supusieron un desembolso de 10 millones de dólares—, un reparto lleno de jóvenes promesas, una directora con especial talento para fusionar puesta en escena y dirección artística, etc. Además se estrenaba poco tiempo después del boom del musical posmoderno (con Lars Von Trier y Baz Luhrmann a la cabeza) y situando su historia en unos convulsos años sesenta donde el amor y el dolor podían permitirse ser extremos sin resultar artificiales… El resultado no fue todo lo exitoso que se esperaba pero, en cualquier caso, Across the universe es cuando menos una locura insólita. Un jukebox a medio camino entre Broadway y el karaoke donde de repente una canción puede llegar a iluminar la sala con tan solo decir “I´ve just seen a face”. ER

Programación completa de la sala Phenomena