El viaje a Kioto, de Pablo Llorca
Madre e hijo
El director de “Días color naranja” estrena un nuevo ejercicio de depuración fílmica, donde un grupo de no-actores invoca la dignidad de un micro-universo de figuras crepusculares.
El director de “Días color naranja” estrena un nuevo ejercicio de depuración fílmica, donde un grupo de no-actores invoca la dignidad de un micro-universo de figuras crepusculares.