Aunque Kubo y las dos cuerdas mágicas fue, tal vez, la película que acabó de poner a Laika en el mapa de la animación de qualité, lo cierto es que la compañía lleva años con una trayectoria de lo más interesante. Si en Los mundos de Coraline Henry Selick pudo explotar un Neil Gaiman en tres dimensiones, en esta ParaNorman, segunda cinta del estudio, continuamos en ese viaje iniciático que más que desembocar en la oscuridad parte de ella con resultados a medio camino entre lo sombrío y lo colorista. Repleta de homenajes a la serie B, ParaNorman es básicamente una película de zombies para niños. Brujas, fantasmas y muertos vivientes se dan cita en una película donde el homenaje nunca está reñido con la huida hacia delante. Y es precisamente en los detalles donde la película de Butler y Fell triunfa: por ejemplo, casi sin pretenderlo, ParaNorman es la primera cinta de animación mainstream donde un personaje sale del armario sin que eso tenga mayores consecuencias para la trama. Es en esa integración de lo diferente en la normalidad donde la película triunfa, tanto respecto a los monstruos propios del género como a un esqueleto de guión que sabe que cada hueso es importante. ER 

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