Arrebato necesita, a estas alturas, poca presentación. Obra de culto, título imprescindible en la transición cinematográfica española y obra de un autor tan desconcertante como necesario… Y muchas cosas más. La cuestión es que es una película tan inmensa que, además de seguir creciendo en cada visionado, no se agota cada vez que uno se acerca a ella. Desde el punto de vista puramente cinematográfico se explica como un ejercicio que se asoma al vampirismo a la hora de analizar las relaciones entre las imágenes, su creador, y el espectador de las mismas. Zulueta plantea un film sobre las adicciones (droga, sexo, cine…) en el que experimenta con formatos y se permite la licencia de acabar con las convenciones para acercarse, de manera indisimulada, a las vanguardia. Fernando Bernal

Programación completa de la sala Phenomena