San Sebastián 2016
De referentes ajenos y voces propias
Al concurso de San Sebastián se suman la adrenalínica “Que Dios nos perdone” de Rodrigo Sorogoyen y la estimulante Lady Macbeth, ópera prima del británico William Oldroy.
Al concurso de San Sebastián se suman la adrenalínica “Que Dios nos perdone” de Rodrigo Sorogoyen y la estimulante Lady Macbeth, ópera prima del británico William Oldroy.
“María (y los demás)”, de la debutante Nely Reguera, medita en torno a la feminidad y celebra el control gestual y la naturalidad extrema de la actriz Barbara Lennie.
En Toronto, el alemán ha presentado dos nuevas películas: un fascinante documental sobre vulcanología, “Into the Inferno”, y una fallida fábula ecologista, “Sal and Fire”.
Bertrand Bonello invita a la reflexión y al éxtasis sensorial en “Nocturama”, su enigmática aproximación a unos jóvenes que organizan una serie de atentados en París.
El musical de Damien Chazelle se llevó el premio del público. El biopic del chileno Pablo Larraín con Natalie Portman triunfó en la competición de la sección Platform.
Presentada en Toronto, “Free Fire” es una pieza teatral de perros encerrados al estilo “Reservoir Dogs”. Wheatley se entrega a la pura abstracción de fuego y sangre.
“El hombre de las mil caras” (Alberto Rodríguez) aborda la mefistofélica figura del espía Francisco Paesa. “Orpheline” (Arnaud des Pallières) disecciona el desamparo femenino.
En su nuevo artefacto híbrido, el cineasta español lleva su gusto por el absurdo al corazón del “indie”. O cómo la cinefagia puede explicar nuestros monstruos interiores.
Basada en un caso real, “La doctora de Breast” se queda a medio camino en su sugerente apuesta por un cine centrado en los procedimientos científicos y burocráticos.
La primera jornada de San Sebastián deja dos diamantes: uno en bruto, “Park” de la debutante Sofia Exarchou, y otro resplandeciente, “A Quiet Passion” de Terence Davies.