El pasado 21 de febrero nos dejaba el inmenso Stanley Donen, responsable de algunos de los títulos más icónicos del musical hollywoodiense, como Un día en Nueva York, Siete novias para siete hermanos, Una cara con ángel o la presente Cantando bajo la lluvia, realizada en 1952 junto a su absoluta estrella, el actor, cantante y bailarín Gene Kelly. Gran éxito desde el momento de su estreno y considerado hasta nuestros días como uno de los musicales (para muchos “El Musical”) más importantes de la historia del cine, se sitúa a finales de los años 20 del siglo pasado para narrar, en clave a medio camino entre la sátira y el homenaje, el paso del cine mudo al sonoro. Llegaremos a esa convulsa e ilusionante etapa de la industria fílmica de la mano de una aspirante a actriz (Debbie Reynolds), su ídolo (y el de todas), Don Lockwood (el propio Kelly), y su inseparable compañero de fatigas y alegrías Cosmo Brown (Donald O’Connor). Gracias a números como la icónica y húmeda coreografía de Gene Kelly y el paraguas, Singing in the Rain, el brillante tour de force a là slapstick de O’Conor en Make ‘Em Laugh, o el reprise de Reynolds del tema principal a modo de revelación climática en su desenlace, Cantando bajo la lluvia sigue siendo uno de los más honestos y emblemáticos cantos al amor y al cine. Júlia Gaitano

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