Himno a la joie de vivre, autorretrato satírico de un Hollywood encantado por la magia del sonoro, Cantando bajo la lluvia resplandece como la coronación de un modelo cinematográfico: el llamado cine clásico. Fulgurante en su energía narrativa, trepidante en su despliegue físico-gestual, embriagante en sus coloridos decorados (que tocan el cielo en un inolvidable homenaje al musical de Broadway), la obra maestra de Stanley Donen y Gene Kelly no envejece. Su alegría y fe en el entretenimiento es intemporal. Como lo es el estilo de baile de Kelly, que con sus atléticas pero humanas piruetas (a años luz de las elegancia distinguida e inalcanzable de Fred Astaire) nos invitó a pensar que todos podíamos ser felices cantando bajo la lluvia. Manu Yáñez

Programación completa del Cine a la Luz de la Luna