Página web de L’Alternativa (Festival de Cinema Independent de Barcelona), que se celebrará entre el 14 y el 20 de noviembre.

HAVARIE. Philip Scheffner. 93 minutos. Alemania (2016). Documental

He aquí un puro ejercicio fílmico con los elementos que operan en la construcción de una imagen, de un relato audiovisual, y de la ideología y tensiones que acumulan tras de sí. Tomando una grabación amateur de 3 minutos y 36 segundos, realizada por un turista que filmó, desde un enorme crucero en el Mediterráneo, una balsa repleta de inmigrantes que vagaba a la deriva en medio del océano, Scheffner construye una película que opera en infinidad de capas, y que no es solamente un relato-retrato magnificado de esa parte de nuestro presente que preferimos ignorar, sino también una reflexión sobre en qué consiste escuchar y mirar. La distorsión del plano, que Scheffner ralentiza hasta superar los 90 minutos, es mucho más que un puro ejercicio experimental: es una declaración política, un gesto de violencia hacia el espectador, obligado a mirar de forma extrema el baile de esa chalupa en la inmensidad del océano.

Sobre la banda de imagen, que apenas muestra, Scheffner construye todo un relato documental sonoro a través de testimonios –audios recuperados y entrevistas con la tripulación, los pasajeros y los inmigrantes– en una suerte de thriller político tejido con los mimbres de lo real, cuya mayor potencia es justamente la impugnación de aquello que consideramos real: las imágenes recurrentes en los medios sobre la llegada de inmigrantes, sus muertes, sus devoluciones ilegales, el maltrato, la indiferencia. Havarie traza un retrato de una complejidad superior, con la virtud de involucrar de forma violenta (¿de qué otra manera podría hacerlo?) a un espectador obligado a ver y volver a ver. Gonzalo de Pedro Amatria

como_me_da_la_gana_2

COMO ME DA LA GANA II. Ignacio Agüero. 86 minutos. Chile (2016).

En 1985, el veterano documentalista Ignacio Agüero rodó Como me da la gana, un singular retrato del Chile de Pinochet a través de las entrevistas a varios realizadores involucrados en sendos rodajes: una mirada a un país que trataba de levantar la cabeza bajo un régimen sanguinario, buscando espacios de resistencia y pensamiento crítico en el campo artístico. La segunda parte de aquel trabajo, Como me da la gana II, es un largometraje que retoma la idea central de aquella primera semilla para expandirla en muchas más direcciones: la cámara de Agüero no se fija solamente en los rodajes, sino que deambula por todo el país, intentando dar respuesta, o al menos formulando, de muchas y muy distintas formas, la misma pregunta: “¿Qué es lo cinematográfico?”.

Si en el cortometraje original, Agüero trasladaba la pregunta a otros –frustrado por la censura de su primera película–, en esta ocasión ensaya diversas respuestas: filmaciones de rodajes ajenos, pero también archivos personales, reflexiones sobre la creación fílmica, imágenes de talleres de cine para niños, paisajes, sonidos, o las huellas del propio proceso de construcción de la película. La mezcla, lejos de ser azarosa, traza un clarividente sendero entre pasado, presente y futuro a través de las imágenes. Sin nostalgia, pero sin olvido, Como me da la gana II aborda el Chile contemporáneo a través de los retazos de películas y recuerdos de uno de sus más precisos retratistas. Con algo del espíritu de Raul Ruiz, la película es un viaje en el que vida y muerte devienen categorías obsoletas, y en el que lo cinematográfico se revela como un estado superior, de una belleza doméstica, cotidiana, capaz de contener en un momento los recuerdos de quienes no están y las sonrisas de quienes forjarán el futuro. Gonzalo de Pedro Amatria

MIMOSAS_Oliver_Laxe

MIMOSAS. Oliver Laxe. 96 minutos. España (2016). Con Ahmed Hammoud, Shakib Ben Omar, Said Aagli.

Es posible que las mejores obras de Oliver Laxe todavía estén por llegar, pero tanto Todos vós sodes capitáns como ahora Mimosas ya poseen la virtud de estar activadas por un deseo fundamental: filmar un espacio, una tierra, que en el caso que nos ocupa sería Marruecos, donde Laxe vive y rueda. Sus paisajes desérticos y enormes le llevan de manera natural a la aventura, género que el director trata con gratificante naturalidad, quizá porque no comete el error de confundirlo con el cine de acción, algo demasiado habitual estos días. En Mimosas, un sheikh moribundo quiere ser enterrado junto a sus seres queridos, por lo que ordena una expedición que debe atravesar el Atlas. Las complicaciones del viaje son paliadas, relativamente, por la llegada de Shakib, que viaja en el espacio (y, tal vez, también en el tiempo) para actuar como Ángel de la Guarda-Loco que lleve a buen puerto esta caravana. Sus alucinados monólogos hablan de una fe intensa y sin religión, que tiene dificultades para calar verdaderamente en los demás personajes.

El ritmo conseguido por el film estalla en un tramo final que comprime diversas acciones, llegando a escenas que se resuelven con más parquedad que misterio. La revelación elevadora no llega a orillarse a la pantalla, a lo mejor porque nunca se supuso que estuviera allí, pero las dudas que deja la película al apagarse se combinan con las ganas de una pronta revisión, que podría despejarnos la cabeza o perdernos definitivamente en el desierto, pero que al menos serviría para reencontrarse con los formidables colores de la fotografía de Mauro Herce. Gerard Casau

4_la-tempestad

TEMPESTAD. Tatiana Huezo. 105 minutos. México (2016). Documental

A través de la reconstrucción ficcional, y aparentemente desdramatizada, del regreso a casa, camino al reencuentro con su hijo pequeño, de una mujer injustamente encarcelada durante un año, acusada de tráfico de personas, Tempestad aborda esa tormenta invisible que azota todo México, y que sume a sus habitantes en un perpetuo estado de irrealidad, capaces de negar lo evidente: que su país se desmorona bajo el reinado de la impunidad. Utilizando diversos rostros para retratar uno mismo, que es el de todos y todas, Tempestad es cuando menos un ejemplo brillante de cómo retratar el miedo y la desesperanza, de cómo hacer cine político, en definitiva, sin caer en las trampas de lo evidente, lo sórdido, lo miserable. La voz de la protagonista, a la que interpretan en cámara mujeres diversas, anónimas, y a quien solo veremos a contraluz, en el revelador último plano de la película, se superpone a la filmación de un viaje por ese México cotidiano que resiste digno a los embates de lo podrido: trabajadores, paisajes, hombres y mujeres vencidos por el sueño, por el salario mínimo, por la impunidad, la injusticia, la violencia; hombres, mujeres, niños, caminando, resistiendo, construyendo con su día a día. Gonzalo de Pedro Amatria

between_fences

BETWEEN FENCES. Avi Mograbi. 85 minutos. Israel, Francia (2016). Documental.

La deportación de refugiados desde países de Europa a suelo turco no es la única medida descabellada que se ha tomado recientemente para hacer frente a las olas masivas de inmigrantes. En la sección Forum de la pasada edición de la Berlinale se presentaron dos documentales cuyos autores denunciaban la resolución de sus países para deshacerse de los refugiados. Nos referimos a dos de los mejores películas de no ficción de este año: Ta’ang de Wang Bing –sobre el trato de los exiliados birmanos en China– y Bewteen Fences del israelí Avi Mograbi. Entre los ejemplos citados, el caso del Estado de Israel puede que sea el que arremete con mayor crueldad contra los derechos humanos de dichas personas, con total impunidad legal. Pues, según ilustra el nuevo film del autor de Z32, los africanos que buscan asilo político en Israel son recluidos en una prisión construida en el desierto de Néguev. Sin haber cometido delito alguno en su país de acogida, los exiliados son considerados peligrosos y, por consiguiente, persona non grata para Israel. Sin embargo, no todos los israelitas están de acuerdo con este remedio inhumano. En Between Fences, Mograbi se acerca al centro penitenciario para fundar un club de teatro donde los refugiados podrán expresar corporalmente su frustración, junto a otros ciudadanos de Israel que respaldan su causa. El documental recopila imágenes de dichas clases con reflexiones del autor en las que arremete contra su gobierno. ¿Cómo un país que ha sufrido el exterminio nazi puede construir campos de concentración para los extranjeros?, se pregunta Mograbi. Carlota Moseguí