Hay un momento en Delitos y faltas en el que Alan Alda pronuncia la que tal vez sea la frase más famosa de una película de Woody Allen (aunque en realidad no pertenezca a Woody Allen): “Comedy is tragedy plus time”. Delitos y faltas se divide en esas dos partes en principio irreconciliables: en la primera asistimos a una comedia donde uno de los protagonistas rueda un documental sobre su cuñado; en la segunda otro de los personajes tendrá que enfrentarse al dilema de si matar a una ex amante o cargar con las consecuencias de sus amenazas. Pese a que aparecerá una mínima conexión entre ambas —en una de las mejores secuencias de la película—, ambas historias son narrativamente independientes. Al final, eso sí, toda Delitos y faltas es un tratado sobre la culpa y sobre cómo la ausencia de un Dios justiciero hace que, en realidad, nada importe. Delitos y faltas es tal vez la mejor película de la fase “Crimen y Castigo” de Woody Allen pero, al mismo tiempo, es una donde encontramos algunos de sus diálogos más hilarantes. Tragedia y comedia al mismo tiempo. “If you want a happy ending, you should go see a Hollywood movie”. Endika Rey

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