En los últimos años, el Festival de Locarno se ha convertido en un escaparate privilegiado para el cortometraje español más independiente y radical. Autores como Lois Patiño, Elena López Riera, Velasco Broca, Xacio Baño o Santos Díaz han presentado sus trabajos cortos en el prestigioso certamen suizo, que ha devenido una de las principales plataformas del conocido como “otro cine español” (allí se han estrenado largometrajes de Albert Serra, el propio Patiño, Mauro Herce, Luis López Carrasco o Sergio Oksman). Este año, como ya ocurrió el pasado, no habrá largometrajes españoles en la programación de Locarno, pero sí dos cortometrajes dirigidos por figuras relevantes del “otro cine español”. La pareja formada por Helena Girón y Samuel M. Delgado (Sin Dios ni Santa María) presentarán en la competición oficial de cortometrajes, llamada Pardo di Domani, su film Plus Ultra; mientras que Luis López Carrasco (El futuro) presentará, en la sección Signs of Life, su nuevo corto, Aliens.

Dirigido, escrito, filmado, montado y producido por Helena Girón y Samuel M. Delgado, con el apoyo de El Viaje Films y Filmika Galaika (Marina Alberti, Beli Martinez, Jose Alayón), Plus Ultra prolonga el trabajo de la pareja de cineastas españoles con película de Super 16mm y 16mm caducada y revelada artesanalmente. Según apunta la sinopsis oficial del film, el término “Plus Ultra” es el lema del estado español. “Con él se alentaba a los navegantes a conquistar nuevas tierras olvidando la advertencia de la mitología griega: Non Terrae Plus Ultra (No existe tierra más allá). Canarias –banco de pruebas de las tácticas utilizadas en la colonización de América– se convierte en el escenario de una fábula sobre el territorio”.

Según el tinerfeño Samuel M. Delgado y la gallega Helena Girón, “con Plus Ultra desarrollamos una línea que ya comenzábamos a abordar en nuestro anterior trabajo, Montañas ardientes que vomitan fuego, mezclando ficción y experimentación a través de la irrupción de leves trazos narrativos que atraviesan la experiencia inmersiva que tratamos de generar. En esta ocasión nos aproximamos a la ficción histórica especulando sobre la relación entre lo mítico y las ficciones políticas que impregnan nuestro imaginario colectivo, buscando cuestionar el significado del progreso o de los símbolos que tratan de construir nuestra identidad”. Observando, desde una perspectiva crítica las “hazañas de la conquista” de 1942 y evocando la resistencia de los nativos de la Islas Canarias frente a los castellanos, Plus Ultra busca “combatir la ficción del progreso capitalista con una ficción liberadora”.

Por su parte, Aliens, un cortometraje dirigido, escrito y producido por Luis López Carrasco (con el apoyo de Home Manchester, Matadero Madrid y Ecam), nos aproxima a la figura de Tesa Arranz, figura clave de La Movida Madrileña y cantante del grupo Zombies, que en la última década ha pintado quinientos retratos de alienígenas del espacio exterior. Según la sinopsis del corto, “la obra confronta el aspecto subconsciente de la pintura de Tesa Arranz con sus recuerdos de los años 80, como si esos retratos estilizados fuesen el eco distorsionado de personas que habitaron los diferentes mundos de su biografía. Esos retratos serían así reflejos terrestres de un tiempo extraterrestre: el paisaje emocional de un momento del pasado en el que en España la felicidad y la pesadilla, la experimentación y la enajenación iban de la mano”.

En palabras de López Carrasco, que filmó Aliens el pasado mes de enero en Valencia, en formato VHS y Video 8, “Tesa fue durante los años de la Movida Madrileña ante todo un cuerpo, luminoso y resplandeciente, un cuerpo hipnotizado e hipnótico para miles de españoles que no podían ni imaginar esas coreografías autistas, esas mecánicas sonrientes”. Desde el tiempo presente, “el monólogo rabioso y honesto de Tesa describe aquellos años fundacionales tras la muerte de Franco para atravesar las últimas décadas de democracia en España como un sueño alegre y trágico, cómico y tétrico. La narración es especialmente valiosa al no reincidir en los habituales relatos idealizados, mitómanos y complacientes que han formado parte del discurso oficial sobre la cultura española en democracia y que siempre pasan por alto los aspectos más crudos y oscuros de esa época”.