Tras un mes de festín cinéfilo on-line, la plataforma Filmin dio a conocer ayer los galardones de la quinta edición del Atlántida Film Fest. El Premio del Jurado (que estaba compuesto por Mar Coll, Kike Maíllo, Ángel Sala y Toni Ulled) fue a parar al film argentino Dos disparos, de Martin Rejtman. En nuestra crítica del film, Diego Lerer apuntaba que Dos disparostiene una libertad narrativa inusual, más similar a la literatura de Rejtman –los relatos de Tres cuentos, su reciente libro, se accionan con la misma lógica de derivaciones y cambios de punto de vista– que a la de su cine previo, aunque de él conserva su gusto, casi su “marca de estilo”, por las actuaciones que apuestan por cierta inexpresividad gestual y una declamación con mínimas inflexiones”. Así, la película ganadora del Atlántida Film Fest se presenta como “una fascinante contradicción entre acción e inacción, entre vacíos llenos de palabras que muchas veces no significan nada y una angustia latente –reflejo de un tipo de molestia, llamémosla, existencial– que queda marcada en el espectador a la manera de una película de suspense”.

Por su parte, el premio ACCEC, que entrega la Associació Catalana de Crítics i Escriptors Cinematográfics, fue a parar a la peruana Videofilia (y otros síndromes virales). En nuestra crítica, Carlota Moseguí defendía que el film de Juan Daniel F. Molero plantea el siguiente interrogante: “¿y si la adicción a Internet no anulara el contacto corporal entre los seres humanos, sino que transformara su nexo físico en una experiencia ultrasensorial?”. Aunque la otra gran ganadora del Atlántida Film Fest fue la española Lunático, que se alzó con los premios Blogos de Oro y del público. La película de Eduard Sola, que relata la peripecia de una pareja de ancianos (los abuelos del director) que no termina de encontrar su lugar en este mundo, se define, según Manu Yáñez, “como un film-artificio: un aparente documental que se va adentrando poco a poco en las fértiles y ficticias aguas del post-humor y el surrealismo”.

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Por último, el jurado del festival decidió entregar dos menciones espaciales a la película iraní Fish & Cat, de Shahram Mokri, y al film polaco Traffic Department, de Wojtek Smarzowski. La película de Mokri, filmada en un único y prolongado plano secuencia es, para Manu Yáñez, “un híbrido de drama intimista y terror fantasmagórico que tiene en su naturaleza esquiva su principal atractivo”; mientras que el dramático thriller de Smarzowski, que relata el despertar moral de un policía sumido en un pozo de corrupción, despliega “un agresivo torrente audiovisual que combina diferentes formatos digitales (alta y baja resolución, cine y home movie), un montaje entrecortado y una cámara nerviosa, hipersensible a los habituales estallidos de violencia”, según Yáñez.