El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ha hecho entrega de los premios de su vigésima segunda edición. El jurado ha otorgado la Lady Harimaguada de Oro al díptico, considerado como una sola obra, Viver mal / Mal Viver de João Canijo. El jurado oficial se ha posicionado en favor de la coproducción portuguesa francesa por tratarse de una película que “destaca por su profundidad e intensidad, sobre todo a niveles de realización cinematográfica. Muestra a un cineasta experimentado, pero incansablemente ambicioso, que trabaja con un elenco y un equipo dedicados a crear cuadros caleidoscópicos de angustia femenina, represión, sufrimiento, deseo y amor. Con un efecto devastador, pero profundamente empático, recuerda a las tristes novelas naturalistas del siglo XIX”.
El segundo premio de esta 22.ª edición, la Lady Harimaguada de Plata, ha recaído en la película The Bride de Myriam U. Birara. De este título, los responsables de valorar los films han destacado “la precisión de la escritura, con una interpretación excepcional y una magnífica fotografía efectiva en la que aparece el trasfondo histórico del genocidio de Ruanda sin aplastar la narrativa de opresión de la protagonista femenina, retratada con honestidad y sin rubor”. Asimismo, del largometraje Arturo a los 30, el jurado destaca al protagonista y también director de la cinta Martín Shanly por su actuación otorgándole el Premio a la Mejor Interpretación, decisión que ha argumentado el jurado por “el humor inexpresivo y la autoburla que aparece en cada escena, en un bello retrato de una generación de millennials confundidos que pueden tratar de retrasar el crecimiento, pero no pueden escapar de hechos dolorosos que inevitablemente forman parte de ella”.
El jurado de la Sección Oficial, integrado por Ildikó Enyedi, Gerwin Tamsma y Fatou Jupiter Touré, ha concedido, además, una mención especial, entre las diez propuestas presentadas en la categoría de largometrajes, a la cinta argentina Adentro mío estoy bailando de Leandro Koch y Paloma Schachmann “por la audaz honestidad de una autoinvestigación a través del propio acervo cultural y por la crítica humorística pero verdadera de una corriente en el actual sistema de apoyo del cine documental que pone en peligro el sentido mismo del documental”. La coproducción portuguesa francesa Viver mal / Mal Viver, de João Canijo, también se alzó con el Premio del Público de esta vigésima segunda edición del Festival de Cine.
El jurado encargado de valorar los trabajos presentados en la sección Panorama España, apartado que ha competido por segunda vez en el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y que ha estado integrado por Elena Lazic, Magdalena Banasik y René Wolf, ha premiado Inmotep, de Julián Génisson, por tratarse de un “película con un lenguaje formal atrevido e intrigante que sentimos que expresa perfectamente la cualidad casi inexpresable pero esencial de la vida moderna. Una sensación de desconexión y artificialidad, y los sentimientos de aislamiento y terror que ello puede conllevar. Una obra orgullosamente digital; un thriller sin diálogos, juguetón y cautivador. Esta película nos asegura que nunca volveremos a mirar las fotos de stock de la misma manera”.
Tal y como se presentó el pasado miércoles, el palmarés contempla, además, una mención especial a Alegrías riojanas de Velasco Broca. Del corto del cineasta alavés han destacado “su espíritu de creatividad desenfrenada, sus impresionantes e inolvidables imágenes, con una voz segura de sí misma y de emocionante originalidad”.
Por último, El jurado del apartado Canarias Cinema, compuesto por Ione Atenea, Virginia Pablos y Suso Novás Andrade otorgó el Premio Richard Leacock al Mejor Largometraje a la película Matar Cangrejos de Omar A. Razzak “por su reflexión panorámica sobre un paraíso desencantado al borde de su transformación y por reflejar la sensación de vacío acerca de las cosas que pudieron ser y no fueron desde un universo infantil y adolescente”.