Luis Buñuel aseguraba sobre el protagonista de Él que “lo he diseccionado como a un insecto. La intención del film más que anticlerical es humorística: me conmovió ese hombre tan celoso, tan solo, con tanta angustia y violencia interior”. Con el tiempo, Él se convirtió en uno de los melodramas más reconocidos del aragonés y en una de las cintas favoritas de su director. El mismo Lacan mostraba la película en sus seminarios como ilustración de la lógica de la psicosis y Buñuel, satisfecho con su recorrido, afirmaba que «los paranoicos son como los poetas. Nacen así. Interpretan siempre la realidad en el sentido de su obsesión, a la cual se adapta todo». En Él su protagonista es un joven religioso de buena posición social, soltero y virgen que se obsesiona, hasta conseguirla, con la novia de su amigo. Él es una película agresiva y enfermiza donde el espacio siempre se rueda como potenciador de la locura de su protagonista. La película se adapta, pues, también a esas obsesiones si bien el enfoque no pierde un cierto punto de vista juguetón que, como bien plantea el movimiento final del personaje, es un zigzag continuo. ER

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