En la que acabó conformando el último título de la denominada “Trilogía del apartamento” de Polanski, el cineasta polaco adapta la novela Le Locataire chimérique de Roland Topor. Aunque los derechos fueron originalmente cedidos al británico Jack Clayton (The innocents), terminaron en manos del director de Repulsión, quien también la protagonizó. Polanski se pone en el papel de Trelkovsky, un tranquilo parisino de origen polaco que se muda a un apartamento tras la (misteriosa) muerte de Simone, su anterior inquilina. Progresivamente, el film irá adquiriendo un tono más oscuro y asfixiante, a medida que Trelkovsky empieza a relacionarse con sus nuevos vecinos, su nueva conserje (Shelley Winters), y amigos de Simone (como Isabelle Adjani), y encuentra perturbadores objetos de la antigua inquilina en el piso. La paranoia llegará a límites nunca antes traspasados en el cine de Polanski, en una de sus películas más singulares y dementes. Júlia Gaitano

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