Júlia Gaitano

Nicolas Jack Roeg, nacido en Londres el 15 de agosto de 1928, ha fallecido a los 90 años en su ciudad natal este pasado viernes por la noche, tal como ha comunicado la familia al medio británico BBC. Roeg se iniciaba en el oficio del cine como segundo asistente de cámara en los Maylebone Studios, en la capital inglesa, donde trabajó como operador de cámara en numerosos films. Posteriormente, colaboró en Lawrence de Arabia con David Lean, quien, inicialmente, también contó con él como director de fotografía para su Doctor Zhivago, aunque lo despidió de la producción debida a diferencias creativas. Roeg es responsable de la cinematografía de películas como el Fahrenheit 451 de François Truffaut, La máscara de la muerte roja de Roger Corman o el film de Richard Lester Petulia, obras en las cuales empezó a trabajar una cierta marca autoral en el tratamiento expresivo de la imagen.

En 1968, el mismo año del estreno de Petulia, su último film como director de fotografía, y 23 años después de su entrada en la industria, Nicolas Roeg debutaba en la dirección con Performance, protagonizada por James Fox y Mick Jagger. Sobre ella, Paul Schrader comentaba en Film Comment que aunque se trata sin duda un producto de su tiempo, se puede apreciar el distintivo “imaginario alucinatorio” de Roeg. Le siguieron Walkabout y Amenaza en la sombra, muy aclamadas por la crítica. En esta última, el cineasta británico contó con Julie Christie, actriz con la que coincidió en el rodaje de Petulia quien, junto a Donald Sutherland, protagonizó una polémica escena de sexo, siendo tan solo la primera de muchas controversias en las que Roeg se vio inmerso a lo largo de su carrera. Su carácter visionario y desacomplejado le convirtió en referente para directores como Steven Soderbergh, Ridley Scott, Paul Thomas Anderson o Danny Boyle, quienes le citan como gran influencia.

Tras El hombre que cayó a la Tierra, hipnótica cinta de ciencia ficción protagonizada por David Bowie, vinieron obras como La maldición de las brujas o Dos muertes, que confirmaron la polarización de la crítica y la audiencia en torno a la obra de Roeg. El director declaraba en 2007, en el medio inglés The Guardian, “Me han dicho que mis films son difíciles de comercializar. No es una película de terror, no es un thriller. Sí, hay una historia de amor en ella, pero difícilmente podría llamarse película romántica. A la gente le encanta poner las cosas en cajas, clasificarlas en géneros. Pero se trata simplemente de la vida. La vida y el nacimiento y el sexo y el amor – no necesariamente van todos juntos”.

Los cineastas Edgar Wright (Zombie party) o Duncan Jones (director de Moon e hijo de David Bowie), entre otros le han rendido homenaje a través de sus redes sociales.