Green Room, de Jeremy Saulnier
En la boca del miedo
Bebiendo de los maestros del género policial más seco, Saulnier confecciona un film de terror que navega entre lo excesivo y lo humorístico.
Bebiendo de los maestros del género policial más seco, Saulnier confecciona un film de terror que navega entre lo excesivo y lo humorístico.
Con la pérdida y el luto como temáticas de fondo, la película ganadora del pasado Festival de Sitges sabe combinar ágilmente los géneros del thriller y el terror.
Este thriller con aspiraciones masivas concebido con destreza y solvencia dilapida algo de su potencial al abrir demasiadas líneas narrativas.
El guionista de Crónica de un asesino en serie debuta con un thriller altamente violento basado en un caso real de tráfico de personas en Corea del Sur.
El director de “Carancho” ratifica su categoría narrativa con esta reconstrucción de una sórdida historia criminal en el marco de la llegada de la democracia a Argentina.
Sostenido por el notable trabajo de Luis Tosar y Elvira Mínguez, este exaltado thriller con trasfondo social peca de una cierto exceso de transparencia narrativa.
Claustrofóbica y laberíntica, la penúltima ficción de Michel Gondry es un rompecabezas sobre tragedias que protagonizan jóvenes del Bronx.
Presentado en la Quincena de Realizadores de Cannes, este film penetra en los cimientos de la etnia gitana recreando la peligrosa víspera de un bautizo.
Gozoso y caricaturesco thriller con espíritu de serie B que combina la nostalgia por el cine de los 80 y 90 con un estudio de la paranoia de la América post 11-S.
Adaptación libre de la novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, que se convierte en crónica de las consecuencias de la crisis en el presente español.