(Fotografia de cabecera: Festival de San Sebastián)

Júlia Gaitano

Según ha anunciado la organización del Festival de San Sebastián, el cineasta japonés Hirokazu Kore-eda recibirá uno de los Premios Donostia de la 66 edición del certamen vasco, que se celebrará entre el 21 y 29 del próximo septiembre. La ceremonia de entrega del galardón honorífico más importante del Festival tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia y se completará con la proyección de Shoplifters, reciente ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2018. La comentábamos en el podcast del séptimo día del Festival francés, “esta película viene a ser la culminación de todo el proyecto artístico/autoral de Kore-eda, sobre todo desde el año 2013, cuando presenta De tal padre, tal hijo, en que llega a la conclusión de que los lazos de sangre no son, para nada, un requisito sine qua non para formar una familia”. Nacido en Tokio el año 1962, y graduado en la Universidad de Waseda en 1987, el realizador debutó en el cine con Maborosi (1995), que obtuvo la Osella de Oro en la 52 edición del Festival de Venecia. En ella, el japonés ya apuntalaba los que serían su estilo y temáticas recurrentes: la familia, la pérdida, el desamparo,… siempre tratado desde una enorme sensibilidad humanista.

La Proyección Especial Premio Donostia de Shoplifters supondrá la décima participación de Kore-eda en el Festival, tras competir en la Sección Oficial en cuatro ocasiones, con After Life (1998), Hana (2006), Still Walking (2008) y Milagro (2011), que obtuvo el premio al mejor guion, en la sección Zabaltegi Especiales con The Days After (2011) y en Perlak con cuatro títulos más, la ya mencionada De tal padre, tal hijo (2013), Nuestra hermana pequeña (2015), Después de la tormenta (2016) y El tercer asesinato (2017), obteniendo en dos de esas ocasiones el Premio del Público, por De tal padre, tal hijo y Nuestra hermana pequeña.

Kore-eda es considerado uno de los grandes cronistas de la vida en el Japón contemporáneo, como apunta Manu Yáñez en la crítica sobre Nuestra hermana pequeña, “es bien conocido su interés por reivindicarse como el gran heredero contemporáneo del maestro Yasujirō Ozu”. Remarca el comunicado del Festival que “Hirokazu Kore-eda siempre ha sido uno de los cineastas más queridos por los espectadores del Festival de San Sebastián, quienes han sabido apreciar la sensibilidad de unos relatos capaces de trascender fronteras geográficas y culturales para hablarnos de valores universales.” El realizador japonés sigue la estela de grandes artistas del mundo cinematográfico cuya obra, como en el caso de la gran Agnès Varda, Premio Donostia 2017, merece ser remarcada.