Desde 2012, el taiwanés Tsai Ming-liang ha realizado un conjunto de cortometrajes y mediometrajes (Walker, No Form, Diamond Sutra, Walking on Water, Journey to the West y No No Sleep) que diseccionan su imaginario espiritual. En cada una de las obras de la “serie” Walker reconocemos a Lee Kang-sheng –descalzo, encorvado y ataviado con una túnica roja de monje budista– moviéndose a un ritmo extremadamente lento por abarrotados entornos urbanos. Lo que para muchos son exasperantes recreaciones del choque entre globalización y espiritualidad, es en realidad una traducción cinematográfica de ciertos postulados expuestos en el Sutra del Diamante, un texto budista sobre la naturaleza de la percepción humana, la práctica de la no-permanencia y el desapego del ego. Inspirada lejanamente en una novela homónima china del siglo XVI, Journey to the West pone en escena la huida de un monje budista que abandona su templo para embarcarse en un viaje a Occidente. Si bien en el libro el protagonista escapaba hacia la India, la película muestra una expedición a Marsella, donde Lee dará con un discípulo interpretado por el actor fetiche de Léos Carax, Denis Lavant.

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