Para hablar de la sobresaliente nueva película de Hong Sang-soo, En la playa sola de noche, debemos remontarnos al anterior film que el coreano filmó con la actriz Kim Min-hee, Ahora sí, antes no: una cinta compuesta de dos versiones de una misma historia de amor imposible. En la primera, un director de cine casado engaña a una joven artista, omitiendo su estado civil para seducirla; en cambio, en la segunda, el cineasta enamorado le confiesa que tiene esposa para que la pintora aprecie que su amor por ella es auténtico. En cierto modo, En la playa sola de noche puede interpretarse como una continuación de cualquiera de las dos versiones de Ahora sí, antes no. Además de estar protagonizada por la misma actriz, se trata de una película sobre una mujer que reconsidera su actual relación con un hombre casado.

Los films de Hong Sang-soo preparan y hacen estallar un conflicto, pero se resisten a resolverlo. Por ese motivo, cuando terminamos de ver la maravillosa ganadora del Leopardo de Oro del Festival de Locarno de 2015 nos quedamos con un gran enigma: ¿qué hubiese sucedido si la artista plástica también estuviera enamorada, y, acto seguido, empezara una historia de amor secreta con el cineasta casado? La respuesta no sólo la hallamos en En la playa sola de noche, sino en la vida privada de Hong Sang-soo y Kim Min-hee. Meses después de presentar Ahora sí, antes no en el certamen suizo, se descubrió el affaire entre ambos; revelación que desembocó en un maquiavélico circo mediático por parte de la prensa rosa surcoreana.

En la playa sola de noche es una película hecha para el brillo de Kim Min-hee. Una meta sobradamente alcanzada, como demuestra el premio a la Mejor Actriz logrado por Kim en la pasada edición del Festival de Berlín. Cada uno puede valorar si, con este film, Hong pretende dar brillo a las dotes actorales de la protagonista de La doncella, o si su objetivo principal es dignificar el testimonio de Kim frente a la polémica real del único modo que el cineasta conoce: a través de una ficción altamente autobiográfica. Sean cuales sean las razones, el caso es que por primera vez Hong ha dirigido un drama seco que enaltece (y redime) las inocentes intenciones románticas del tercer ‘elemento’ de un triángulo amoroso.

Dividido en dos partes que se ubican en dos continentes distintos, En la playa sola de noche arranca en Hamburgo, ciudad donde se esconde Younghee (Kim Min-hee) tras haberse hecho público en los medios su affaire con uno de los directores más famosos de Corea del Sur. Younghee pasa los días en casa de una mujer coreana que no habla inglés, visitando librerías y parques, o cenando en casa de un amigo (interpretado por el crítico y programador canadiense Mark Peranson). Esta primera parte está dedicada a la relación que establece Younghee con un entorno extranjero, amenazada por el fantasma de su amante, el cual es representado a través de secuencias surrealistas protagonizadas por una misteriosa figura masculina. Sin dar demasiadas pistas, diremos que el primer capítulo termina en una playa, durante una de estas escenas anti-realistas.

La segunda parte –probablemente la cima de la obra del autor de Our Sunhi– nos lleva de vuelta a Corea. Allí seguiremos una serie de encuentros de Younghee con amigos, donde los reunidos, a petición de la protagonista, son obligados a discutir acerca de la esencia del amor. Si bien para la mayoría de los interlocutores se trata de un concepto relativo, que varía según las circunstancias de cada caso, para la idealista y romántica Younghee sólo hay una respuesta posible. A la postre, la idea central de todas las conversaciones es que el adulterio está permitido si la muerte de ese matrimonio fue impulsada por algo más profundo; en tal caso, un amor verdadero.

Como decíamos, hay una gran diferencia entre las reuniones bañadas en soju que predominan en la mayoría de películas de Hong y las de En la playa sola de noche. La materia cuestionada en los diálogos del último film es tan trascendental que Hong la trata con dramatismo. Así, en este maravilloso y colérico capítulo, la cámara de Hong no juzga las acciones poco éticas que el personaje llevó a cabo en fuera de campo, y que, a día de hoy, todavía sostiene sin remordimientos. En la playa sola de noche existe para que su protagonista se exprese con libertad, y pueda defender lo que para muchos es indefendible; como si el mundo todavía debiera escuchar a Kim Min-hee.