Divida en siete capítulos que remiten a los días que ocupó el rodaje del film (a finales de los años 80), La telenovela errante pone en escena siete gags que desacralizan el fenómeno telenovelesco. La trama del film es elemental y gira en torno a los efectos alienantes que las telenovelas provocan, según Ruiz, en aquellos que las consumen. Durante todo el largometraje, el espectador no sabrá si los personajes son personas corrientes que tienen un comportamiento excéntrico, actores que ensayan una telenovela que están a punto de filmar, o si se está ante una “auténtica” telenovela. A la postre, la realidad del film deviene un mar de telenovelas, una fantasmagoría inhabitable. Recuperada a partir de un ingente trabajo de archivo y estrenada en el Festival de Locarno, La telenovela errante deviene una comedia negrísima sobre un Chile incapaz de levantar cabeza tras la destrucción cultural y neoliberal ejercida por la dictadura de Pinochet. Por si no quedaba clara la opinión del maestro chileno sobre la realidad de su país, Ruiz titula el último episodio de la película con esta frase lapidaria: “si te portas mal en esta vida, en la otra te conviertes en chileno”. Carlota Moseguí y Manu Yáñez

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