El documental de propaganda esconde a lo largo de la historia absolutas maravillas, como esta película, apenas conocida probablemente fuera del círculo de los estudiosos de la historia del documental, y que sin embargo es de una belleza y una finura sin igual. Rodada como una forma de explicar al pueblo británico el porqué de las razones de la participación de Gran Bretaña en la II Guerra Mundial, pero sobre todo, como una manera de mantener la moral alta entre aquellos que esperaban en la isla las noticias del continente. Trabajando únicamente con sonidos extraídos de la vida cotidiana, en una suerte de poema sonoro, sin más narración que el hilo conductor de los sonidos, las canciones, los ruidos de la Gran Bretaña en la retaguardia. La película, que parece gritar “No estamos siendo vencidos”, mantiene la guerra y el dolor en segundo plano, y pone el énfasis, a través de un trabajo de montaje, concatenación y construcción sonora, en la Gran Bretaña trabajadora, resistente, orgullosa. Una película de propaganda, sí, pero una bellísima pelicula. GdPA

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