Mejor película: Zama de Lucrecia Martel.

Mejor dirección: Valeska Grisebach por Western, ex aequo junto a David Fincher por los capítulos 1,2, 9 y 10 de Mindhunter, notoriamente superiores a los demás, dirigidos por otros.

Mejor experiencia fílmica: La inmersión onírica en Twin Peaks: The Return de Mark Frost y David Lynch. De manera sistemática, el agotamiento me derrotó durante mis primeros y nocturnos visionados del magistral regreso de la serie de Frost y Lynch. Una caída recurrente en el sueño que propulsó mi contemplación hacia el territorio de la pura imaginación. Fui repetiendo el visionado de los capítulos, días después, en condiciones plenas de lucidez, pero aquel primer visionado narcoléptico resultó insuperable (en términos rigurosamente lynchianos).

Mejor experiencia extra-fílmica: The Deserted, la instalación de realidad virtual de Tsai Ming-liang.

Mejor actor: Harry Dean Stanton en Lucky de John Carroll Lynch.

Mejor actriz: Kim Min-hee en En la playa sola de noche (On the Beach at Night Alone) de Hong Sang-soo.

Mejor actor secundario: Woody Harrelson en Tres anuncios en las afueras (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri) de Martin McDonagh.

Mejor actriz secundaria: Bruna Cusí en Verano 1993 de Carla Simón.

Mejor intérprete revelación: Lise Leplat Prudhomme en Jeannette, l’enfance de Jeanne d’Arc de Bruno Dumont.

Mejor dueto actoral: El hilarante y a la vez melancólico cara a cara de Juliette Binoche y Gerard Depardieu en la clausura de Un sol interior (Un beau soleil interiuer) de Claire Denis.

Mejor arranque: La torrencial apertura de Good Time de Benny y Josh Safdie, perfecta representación del visceral instinto de supervivencia que motoriza el film.

Mejor interludio: El episodio central del tríptico En attendant les hirondelles (Until the Birds Return) de Karim Moussaoui.

Mejor final: La prolongada clausura de Z. La ciudad perdida (The Lost City of Z) de James Gray, cuando la aventura de torna febril y el film transcendental.

Mejor momento musical: La canción de Myron/Byron que interpreta Adam Sandler en The Meyerowitz Stories, seguramente la mejor película hasta la fecha de Noah Baumbach.

Mejor documental: The Host de Miranda Pennell.

Mejor híbrido de documental y ficción: Gray House de Matthew Booth y Austin Jack Lynch.

Mejor cortometraje: Aliens de Luis López Carrasco.

Mejor dirección de fotografía: Los colores capturados por Alexis Zabé en The Florida Project de Sean Baker, y la oscuridad catacúmbica invocada por Benji Bakshi en Brawl in Cell Block 99 de S. Craig Zahler (hermana de sangre de la fantasmagoría digital del cine reciente de Pedro Costa).

Mejor banda sonora: La partitura descaradamente hermanniana de Gregoire Hetzel para Los fantasmas de Ismaël (Les fantômes d’Ismaël) de Arnaud Desplechin.

Mejores efectos especiales: La expresividad visual, la fuerza narrativa y la resonancia política del abismo de oscuridad al que se ve desterrado el protagonista de Déjame salir (Get Out) de Jordan Peele.

Mejor film humanista: Caras y lugares (Visages villages) de Agnès Varda y J.R.

Mejor film poético: Correspondências de Rita Azevedo Gomes.

Mejor trabajo con material encontrado: Dawson City: Frozen Time de Bill Morrison.

Mejor intertítulo: “Si te portas mal en la otra vida te conviertes en chileno”, en La telenovela errante de Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento.

Mejor voz en off: El uso de un largo monólogo del filósofo Josep Maria Esquirol en Improvisaciones de una ardilla de Virginia García del Pino.

Mejor giro autoral: El amplio abanico de recursos visuales y narrativos que emplea Kathryn Bigelow en Detroit. The Hurt Locker y Zero Dark Thirty eran películas compactas: centradas en la odisea moral de un protagonista y casi conductistas en su fijación por registrar el proceder irreflexivo de sus personajes (a la manera del procedural). Detroit va del reportaje al psicodrama, del relato en tiempo casi-real al recorrido narrativo de largo alcance.

Mejor frase: Escuchada en Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine (Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma) de Jean-Luc Godard: “¿Lo esencial? No son nuestros sentimientos ni nuestras vivencias, sino la entereza silenciosa con la que nos enfrentamos a ellos” (siendo el significado de “ellos” uno de esos fructíferos y llameantes enigmas godardianos: ¿los poderosos, el sentimentalismo, los bárbaros, los enemigos del arte, la televisión?).

Mejor secuencia política: La lectura dramatizada de la Declaración de Independencia en Ex Libris: The New York Public Library de Frederick Wiseman. Tanto el texto como la representación (casi teatral) evocan una noción utópica de comunidad, de compromiso con el bien común, que contrasta con la actual realidad norteamericana.

Mejor escena de acción: La persecución en el metro de Okja de Bong Joon-ho.

Mejor plano secuencia: Exaequo entre la prolongada escena del pastel de A Ghost Story de David Lowery (con ecos de Tsia Ming-liang y Chantal Akerman), y las procesiones suburbiales de El auge del humano de Teddy Williams (con ecos de Jean Rouch).

Mejor adaptación literaria: Wonderstruck de Todd Haynes, basada en la novela “en palabras e imágenes” de Brian Selznick.

Mayor sorpresa: Stefan Zweig: Adiós a Europa de Maria Schrader, que apuntaba a biopic académico y que deviene un objeto meditativo sobre la vida como sino político y como síntoma histórico.

Mejor gag: El conflicto en torno a la intensidad/personalidad de un salto entre Berto Romero y Miguel Noguera en Algo muy gordo de Carlo Padial.

Mejor ópera prima: Drift de Helena Wittman

La película que me fascinó pero que no deseo volver a ver, por el momento: Quiero lo eterno de Miguel Angel Blanca.

La película que detesté pero que tengo ganas de volver a ver, y quizá repensar: madre! (mother!) de Darren Aronofsky.

Mayor acontecimiento crítico: El lanzamiento de la web Film Critic: Adrian Martin, que reúne más de 30 años de críticas y ensayos del gran crítico australiano.

Mejor crítica: El texto de J. Hoberman sobre Nocturama en The New York Review of Books. 11 años después de su salida de Village Voice, seguimos echando de menos LA crítica de Hoberman cada vez que una película importante se estrena en Nueva York.

Película más vista del año: Trolls de Mike Mitchell y Walt Dohrn.

Lo mejor de 2017: Laura, Gala y Pau. La lectura de Zama de Antonio Di Benedetto. La milagrosa remontada del Barça contra el Paris Saint Germain en los octavos de final de la Champions League (competición que terminó ganando el Real Madrid).