Fernando Bernal (Festival de San Sebastián)
Tras adentrarse en los terrenos del vodevil al estilo del Hollywood clásico con la divertida y ligera Mi crimen (2023), François Ozon cambia de tono –algo que es una constante en su ya prolongada y ecléctica filmografía– con Cuando cae el otoño, que participa en el Sección Oficial a concurso del Festival de San Sebastián, donde el francés ya obtuvo la Concha de Oro con En la casa (2012). Y, curiosamente, aquella adaptación de la obra de teatro del dramaturgo Juan Mayorga guarda similitudes genéricas y temáticas con Cuando cae el otoño, en la que Ozon repite con el guionista Philippe Piazzo, con quien ya trabajó en Frantz (2016).
Cuando cae el otoño transcurre en un bucólico paraje de Borgoña, en un pequeño pueblo donde reside aislada del mundo Michelle (Hélène Vincent), cuya vida se reduce a disfrutar con calma de su tiempo, leer, cocinar, rezar en la iglesia y recoger setas en el monte en otoño junto a Marie-Claude (Josiane Balasko), su amiga íntima de toda la vida. Una existencia pausada que Ozon retrata con un sentido agudo para captar lo cotidiano y lo idílico, al igual que hacía con esas vacaciones a la orilla del mar en los ochenta que retrató en Verano de 1985 (2020). Y aquí también existe un punto de giro que arrastra la película del terreno del melodrama (esta vez otoñal) hacia otros lugares más inquietantes, inciertos y arriesgados.
Parte de la obra del cineasta francés escora de una manera poco convencional hacia el universo del thriller, unas veces a través de los recovecos del guion y en ocasiones con esos juegos metacinematográficos de los que tanto disfruta. Ahora se vale de la cuestión de la identidad (escondida o nunca desvelada) como coartada argumental, como ya hiciera en El amante doble (2017). Porque ese primer acto cargado de cotidiano lirismo da paso a un film totalmente distinto, cuando entran en escena la hija de la protagonista –Ludivine Sagnier, actriz con la que trabajó en la perturbadora La piscina (2003)–, que vive en París, y su hijo, al que va a dejar pasando unos días de vacaciones con su abuela. En este momento de la película, y tras un incidente sobre el que planea la sombra de una tragedia, todos los planes saltan por los aires.
Por sorpresa, descubrimos –lo que supone un agradable hallazgo– cómo el film comienza a transmitir un aliento casi almodovariano. No en las formas, pero sí en el fondo, en su sustrato dramático y en la manera en la que los acontecimientos y los secretos se precipitan frente al espectador, hasta conformar una suerte de puzle de sentimientos ocultos e irrefrenables. Pero también en el uso de las elipsis, muy acentuadas como hiatos para coger aire dentro del drama e incluso en la aparición puntual del elemento espectral. Este cambio de registro traslada el espíritu de la película directamente hacia el cine de género, en donde las motivaciones que justifican las acciones de los distintos personajes tienen que ver con la culpa, con la imposibilidad de cambiar el pasado, con el dolor de los recuerdos y con aprender a perdonar. Y, sobre todo, con la necesidad de dar y recibir amor entre distintas generaciones.
François Ozon se refugia en su habilidad para encontrar la ligereza dentro de la solemnidad y proponer una dura historia a propósito de la maternidad, que a la vez se puede leer en clave optimista en cuanto a la construcción de nuevos modelos familiares, con dinámicas igual de estables y afianzadas que los convencionales. Y funciona, a pesar de su tendencia al subrayado –desde la presencia del pasaje de la Biblia que se refiere a María Magdalena en la secuencia que abre el film, hasta el uso evidente de la música– y de optar, como suele ser habitual en Ozon, por borrar cualquier huella de estilo, situando en un plano preminente el peso de la trama y el trabajo de sus actores. Se trata de un film coherente en la ya prolongada trayectoria del director y una de esas propuestas que guardan oscuridad dentro de la luz y por eso, si se acepta el desafío que suponen sus giros y premisas, resulta tan entrañable como inquietante.