Matar a un hombre es la crónica de varios crímenes y castigos, pero sobre todo es la radiografía de un país, Chile, dominado por la impunidad criminal y la corrupción moral. Alejandro Fernández Almendras –director de la interesante Huacho– sitúa el malestar de la ciudadanía chilena en el primer plano del relato y lleva la forma del film hacia un formalismo que bascula entre la apagada crudeza de la vida urbana y la exuberancia de una naturaleza que, en cualquier caso, dista mucho de ser un paraíso idílico –en este punto, el film propone un nexo con el cine del ruso Andréi Tarkovski–. En un primer momento, la película juega a esconder sus resortes narrativos, pero luego estalla de la mano de varios disparos de revolver que, en todo caso, no rompen el riguroso distanciamiento escénico del film, que remite con fuerza al cine de Michael Haneke: encuadres fijos, mirada gélida, análisis inclemente. Un pequeño fenómeno festivalero que consagra la buena racha del Nuevo Cine Chileno.

Ver MATAR A UN HOMBRE en Filmin