Cuenta la leyenda que, cuando Billy Wilder y Charles Brackett enviaron su guión de Medianoche al estudio, desde allí afirmaron que necesitaba varias correcciones. Debido a esto, el estudio decidió contratar a otros dos guionistas con experiencia para la reescritura, con tan mala comunicación que el guión acabó de nuevo en las manos de sus dos autores originales que ahora debían supuestamente encargarse de reescribirlo. Wilder y Bracket acabarían mandando de vuelta el mismo guión, el estudio quedaría encantado y la película se produciría sin ningún cambio adicional. Medianoche fue, junto a Si no amaneciera —también escrita por Wilder y Bracket— una de las películas más exitosas en la carrera de Mitchell Leisen; una screwball a mayor gloria de Claudette Colbert donde una chica americana, perdida en París, se hace pasar por una dama rica en una fiesta de alta sociedad gracias a la ayuda de un taxista (Don Ameche) del que, por supuesto, acabará enamorándose. Repleta de diálogos ingeniosos y de personajes carismáticos, Medianoche sorprende por su relectura del cuento de la Cenicienta fijándose en todo aquello que la historia original hurtaba: la importancia del disfraz a la hora de construir la propia identidad. ER

Programación completa de la Filmoteca de Valencia