El último festival de cine de Sitges sorprendió con esta pequeña película coral que intenta y consigue darle una pequeña vuelta de tuerca al género de zombies. En la cinta asistimos a un futuro distópico donde la humanidad se ha visto asolada casi en su totalidad por un tipo de hongo que contiene un virus. Melanie (Sennia Nanua) será una de las niñas afectadas, recluida en un laboratorio, que se verá obligada a salir al apocalíptico mundo real en busca de un nuevo recinto en el que, paradójicamente, estar a salvo de sus semejantes. Así, estamos ante una niña zombie que, pese a sus instintos caníbales, puede pensar y razonar y también llevar la iniciativa. Empatizando con el monstruo, The girl with all the gifts consigue sobrepasar los relatos de supervivencia propios del subgénero y llevarlos hacia una resolución tan emocionante como terrorífica. El galardón a la mejor interpretación femenina a su pequeña protagonista en el certamen catalán suena tanto a un premio de consolación (la película fue una de las favoritas de la sección oficial) como a puñetazo encima de la mesa: Nanua ofrece una actuación impoluta, pero estamos ante uno de esos casos donde da la sensación de que se premia más la máscara que a la actriz que se la pone. En cualquier caso, Melanie es uno de esos casos en que el personaje describe certeramente la película: como algo a medio camino entre la ingenuidad y la brutalidad. ER

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