Memorias del subdesarrollo está a medio camino entre el documental, una visión objetiva de la realidad cubana en los años 60, y la ficción, el punto de vista sobre-subjetivado de Sergio (Sergio Corrieri), un paisano intelectual. A través de extensos monólogos interiores de este y detalles nimios de su vida personal, se muestran unas profundas contradicciones endémicas en su personaje, que bascula constante y desequilibradamente entre la crítica y la alabanza. Estas incoherencias ideológicas arrojan luz en la realidad de todo un país a merced del pensamiento resentido del burgués. El film adapta la novela homónima de Edmundo Desnoes a la cual, afirmaba Corrieri, llega a superar (contrariamente de lo que suele suceder en estos casos), abarcando un mayor grado de complejidad, apoyando el discurso en punzantes imágenes contextuales. La realidad de esa “isla subdesarrollada” está profundamente marcada por la Crisis de los misiles y los efectos de la Revolución Cubana en su sociedad, a la que se suma una narrativa individual marcadamente prejuiciosa, y la masa de gente corriente que pugna por mantenerse en pie en esta revisión dolida que Gutiérrez Alea realiza de la idiosincrasia de su país. Júlia Gaitano

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