El director norteamericano Gus Van Sant (Elephant, Milk) exploraba en Mi Idaho privado la vida y subjetividades de dos jóvenes chaperos en Portland, interpretados por River Phoenix y Keanu Reeves. Mike (Phoenix) padece de narcolepsia y está obsesionado con encontrar a su madre, que lo abandonó de pequeño. Basado ligeramente en el joven Enrique V del «Enrique IV» shakesperiano, Scott (Reeves), por su parte, es un rico heredero que adopta ese estilo de vida callejero y marginal como acto de rebeldía. Sus situaciones pueden parecer radicalmente distintas pero, en el fondo, los dos tienen una misma necesidad de sentirse parte de una familia. Durante la loca búsqueda de la madre de Mike, que los llevará a transitar más allá del charco, entre ellos surgirá una intensa amistad, rápidamente derivada a una tierna historia de amor no correspondido (¡la escena junto a la hoguera!) y profunda confusión existencial. River Phoenix, quien lamentablemente fallecería dos años más tarde, se hizo en 1991 con la Copa Volpi en Venecia por su papel en el film de Van Sant. Júlia Gaitano

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