El anuncio de los 46 proyectos que participarán en mercado de financiación Venice Gap del Festival de Venecia (del 31 de agosto al 2 de septiembre) nos ha traído una feliz sorpresa: la presencia del cortometraje Peep Show, con el que Nacho Vigalondo volverá a incurrir en el territorio de la Realidad Virtual tras Ceremony, corto con el que obtuvo el Fiction Award en el 360 BCN VR Fest.

Junto a los nuevos proyectos del japonés Kiyoshi Kurosawa, el argentino Juan Schnitman o el chileno Fernando Guzzoni, el corto de Realidad Virtual de Vigalondo buscará cerrar en Venecia su financiación y hacer realidad su homenaje a “las historias de terror irónicas y moralistas propias de tebeos de terror americanos de los años 50 como los legendarios Cuentos de la cripta o el del largometraje Creepshow de George A. Romero”. Así, el director de Open Windows y Extraterrestre espera rendir tributo a un “universo tétrico y lleno de sorpresas macabras, pero también colorido, disparatado y pop hasta la médula”.

En declaraciones de Vigalondo recogidas por Gaz VR, la compañía española productora de Ceremony y Peep Show, el cineasta apunta que la primera vez que esbozó el guion de su nuevo corto tenía en mente la posibilidad de rodarlo con cámaras convencionales. Sin embargo, cuando decidió llevarlo al ámbito de la Realidad Virtual, tuvo que “adaptar las transiciones entre situaciones, y adaptar brevemente la geografía de la puesta en escena. Me resulta interesante señalar esto porque la intención de Peep Show es contar un relato con la mínima complejidad que asociamos a un cortometraje convencional pero que a la vez se expriman las posibilidades narrativas de la cámara 360, entre éstas, convertir el punto de vista del espectador en un artefacto dramático”. Un deseo acorde con el perenne interés de Vigalondo por romper con la ortodoxia narrativa, expresado desde Los cronocrímenes hasta Colossal.

En cuanto a la estética de Peep Show, Vigalondo apunta que “la gran apuesta visual de esta historia es el carrusel, que observamos desde fuera a través de un ventanal, y en cuyo centro termina el relato. Podemos decir que todos los demás elementos están construidos alrededor de este espacio giratorio entre lo erótico, lo hortera, lo espectacular y lo terrorífico”. Así, meditando de forma “perversa” sobre la adaptación de lo pornográfico a la Realidad Virtual, “Peep Show tiene la vocación de ser una historia de sabor añejo y juguetón, pero en un contexto inesperado y un lenguaje nuevo. Como si en lo años 60 se hubiese podido rodar un cuento de terror para ver con gafas de realidad virtual”.

Según apuntan desde Gaz VR, Peep Show formará parte de un conjunto de cortometrajes de Realidad Virtual denominados Reality Bites. Ya se encuentran en fase de preproducción Apocalypse de Aitor Gutiérrez y Head Cleaner de Luis Cerveró.