Greta Garbo logró la última de sus tres candidaturas al premio Óscar como mejor actriz gracias a esta deliciosa y refinada comedia urdida por los genios de Lubitsch en la dirección, y de Wilder, Brackett y Reisch en el guion. La Garbo nunca ganó una estatuilla. En 1955, la Academia de Hollywood le concedió un premio honorífico que ella no acudió a recoger. En aquella época la actriz ya se había retirado del cine para llevar una vida discreta lejos de las cámaras, ahondando así en su leyenda de mujer seria y poco sociable. Esta presunta frialdad de la estrella se utilizó como herramienta promocional de esta película. Uno de los ganchos publicitarios era que, por primera vez, se le podía ver riéndose en pantalla, nada menos. La mezcla de romanticismo, sátira política y sublime elegancia ofrecen como resultado toda una obra maestra.

Programación completa del Cine a la Luz de la Luna (Oviedo)