strenada en el pasado Festival de San Sebastián, la segunda película del español (aunque largamente afincado en Córdoba, Argentina, donde rodó su primer largometraje, Yatasto) ha sido una de los títulos más celebrados en el circuito de festivales del año. La sala dedicada al cine documental se encarga ahora de estrenarla comercialmente, ofreciendo seis oportunidades distintas para ver una de las pocas películas contemporáneas que han sido capaces de abordar uno de los grandes tabúes del mundo que se dice moderno: la vejez, el proceso de desaparecer, y aquello que va quedando cuando todo se evapora mientras nuestro cuerpo también lo hace.

Filmando a sus abuelos en un pequeño pueblo español, la película se maneja con soltura en el difícil equilibrio entre el respeto y la estilización de la muerte, entre la fascinación (o el amor) hacia aquellos a quienes filma y cierta fosilización estética.

Programación completa de Cineteca Madrid.