Gracias a la Light Industry (organización neoyorquina dedicada al cine experimental), podemos gozar, hasta el 30 de abril, del más reciente mediometraje del británico Ben Rivers, premiado en la pasada edición del Festival Punto de Vista. Concebido como un retrato fílmico de la figura y el parsimonioso proceder del conocido como Oso Perezoso, la película deviene un supremo ejercicio de contemplación que obliga al espectador a reevaluar el tiempo de la espera: nuestro tiempo, el del oso y el del cineasta, refugiado entre la naturaleza, entregado a al estudio de la misteriosa psicomotricidad del animal. Destruyendo cualquier noción de “tiempo muerto” o de “momento privilegiado” –aquí cada instante aparece prendado de vida–, Now, at Last! se presenta como una subyugante oda al dolce far niente y al placer de la observación, una operación no carente de un componente subversivo. Lejos de la velocidad desquiciada de la sociedad de consumo, Rivers propone, en su riguroso acercamiento a lo real, una forma alternativa de concebir nuestro lugar en el mundo natural. Y, como guinda del pastel, Now, at Last! utiliza la Unchained Melody de los Righteous Brothers (junto a una sinfonía colorista de imágenes superpuestas) para sublimar la belleza morosa de Perezoso. Manu Yáñez

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