En unos escasos 10 minutos, el parisino Jérémy Clapin presenta un complejo retrato de un universo infantil inevitablemente teñido por la confusa violencia del mundo adulto. El chico protagonista del corto de animación Palmipedarium vive rodeado de patos, los que ve en el estanque, los de madera que le sirven de juguete… pero también los que caza su padre y a los que despluma su madre. Un día descubre una bestia maltrecha, un proyecto de pájaro de escala aumentada al que acogerá en aparente intención caritativa. La mente del mudo protagonista, sin embargo, parece haberse teñido de esa baja saturación que caracteriza su entorno, dejándolo desamparado con sus inexplicables impulsos amorales. Clapin presenta su debut en el largometraje J’ai Perdu Mon Corps en la edición 52 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Júlia Gaitano