Ganador del Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance de 1991, Paris is burning propone un retrato de la ball culture o “cultura del baile” a finales de los años 80 en Harlem, Nueva York. Jennie Livingston cede la palabra a las protagonistas de esta escena: las diferentes asociadas de las houses –agrupaciones de drag queens y gays organizadas a modo de núcleos familiares–, con sus mothers, sus children… son ellas las que ponen palabras a su forma de vivir y relacionarse con el mundo, acompañadas de imágenes exclusivas de los clubes de la ballroom. Resulta especialmente interesante como espectador/a ser introducido/a en estos ambientes desde dentro de la propia comunidad drag, ya que es muy probable que sus jergas y tradiciones sean desconocidas para muchos y muchas, y tal como está estructurado el documental se transmiten con veracidad y claridad. A pesar de la actitud permanentemente festiva de las drag queens, y su total implicación con sus compañeras y celebraciones, Paris is burning incluye un discurso subyacente acerca de los prejuicios de raza, sexualidad y género que, a niveles social, cultural y político, es importante que se siga reivindicando y normalizando hoy en día. Júlia Gaitano

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