El Festival de Málaga, que durante muchos años fue casi un festival de pre-estrenos de películas producidas por las cadenas de televisión, ha ido en los últimos años tratando de tomar el pulso, y no perder el ritmo, a ese cine español al que tradicionalmente había dejado de lado. En su última edición, una de las películas ganadoras resultó ser una que, años atrás, quizás nunca hubiera entrado en ninguna sección competitiva: El perdido, del cineasta franco-catalán Christophe Farnarier. La película que ahora llega a las salas, está basada en la historia real de un hombre que abandonó su pueblo, su vida, su familia, para irse a vivir al monte, durante años, sin dar explicaciones, sin dejar rastro, El perdido es de alguna forma un eco perfecto de aquel cine del vacío que tanto prestigio crítico tuvo hace unos pocos años. Sin afán psicologista, sin explicaciones, la película es el retrato del tiempo, y el devenir de ese hombre, perdido en el monte, enfrentaado a su soledad, a sus miedos, y a lo más básico: su propia supervivencia. GdPA

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