El Festival Internacional de cine Play-Doc, que celebrará su decimoquinta edición del 3 al 7 de abril en Tui (Galicia), incluirá en su programa dos films redescubiertos recientemente y todavía inéditos en España: Leuchtturm des Chaos (1983) y Der Havarist (1984), en los que el realizador alemán Wolf-Eckart Bühler aborda la compleja figura de Sterling Hayden. Mientras que la primera es un documental que recoge las entrevistas nacidas del encuentro entre el actor y Bühler, la segunda es una adaptación cinematográfica del libro autobiográfico de Hayden The Wanderer (1963), con una fuerte carga política y autoral, realizada en las postrimerías del denominado Nuevo Cine Alemán. Bühler, que el pasado agosto recibió un premio en reconocimiento a su trabajo en el Festival de Locarno, estará presente en Play-Doc para hablar de sus películas y de su fascinación por Hayden.

Sterling Hayden (1916-1986) será recordado por sus papeles en grandes clásicos como Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954), Teléfono rojo, volamos hacia Moscú (Stanley Kubrick, 1964) o La jungla de asfalto (John Houston, 1950), sin embargo su vida real excedió en mucho a cualquiera de sus personajes en la ficción. A los 22 años, Hayden ya era capitán de barco, habiendo circunnavegado el mundo numerosas veces. Tras ganar una regata en Gloucester, Massachusetts, una foto suya publicada en un periódico local le abriría las puertas de Hollywood firmando de inmediato un contrato millonario para la Paramount Pictures. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hayden comandaría un convoy de 400 barcos con provisiones para los partisanos yugoslavos sitiados por el ejército alemán y aterrizaría en paracaídas tras las líneas enemigas.

A su regreso a casa, y a raíz de esta experiencia, Hayden flirtea con el partido comunista, pero aunque fugaz, esta vinculación pronto le obligará a rendir cuentas ante El Comité de Actividades Antiestadounidenses. Bajo amenaza de perder la custodia de sus hijos se verá forzado a dar una serie de nombres que figuran ya en las listas del FBI. Este acto de delación que fue acogido como gesto de patriotismo y por el que Hollywood le premiaría con una larga serie de películas, hizo que Hayden se sumiese en el arrepentimiento, la vergüenza y el desprecio por sí mismo, entrando en una espiral de alcoholismo y autodestrucción. Hayden abandonaría Hollywood y el trabajo de actor que tanto despreciaba y volvería al mar. Escribió además dos libros aclamados por la crítica: The Wanderer (1963) y Voyage: A Novel of 1896 (1976).