El mismo día en que el diario El País publicaba una tribuna de opinión donde Oliver Laxe, director de Mimosas, denunciaba “el monocultivo del cine español” (el abandono al que se está viendo sometido el “otro cine español” por parte de los estamentos públicos), se iniciaba una recogida de firmas que solicita una mejora de las ayudas a la producción de largometrajes del ICAA – Instituto de la cinematografía y de las artes audiovisuales. El autor de la petición es el director Miguel Llansó, que el pasado 11 de marzo publicaba, también en El País, una Carta abierta de un cineasta independiente al director del ICAA, donde el autor de Crumbs lamentaba que los requisitos de la única ayuda estatal a la producción de cine independiente le obligasen a irse fuera de España.
En la nueva petición, dirigida al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y al ICAA, se apunta que “la legislación española, así cómo la Unión Europea, reconocen un tratamiento especial a las ‘obras audiovisuales difíciles’ –cortometrajes, primeras o segundas películas, documentales, obras de bajo presupuesto o aquellas que por otros motivos encontrarían dificultades para introducirse en el mercado– como películas con un marcado carácter cultural por encima de su dimensión comercial e industrial”. Estas ‘obras difíciles’ representan un porcentaje elevadísimo del cine de autor europeo que participa en Cannes, San Sebastián, Locarno, Rotterdam, Venecia y otros festivales internacionales.
Por todo ello, se solicita al ICAA una serie de mejoras en las ayudas selectivas a la producción de largometrajes. Mejoras que pasan, por ejemplo, por una mayor previsibilidad en las bases y convocatoria de las ayudas, que pueda “fomentar la preparación de co-producciones y el trabajo previo”. También se demanda que “las ayudas selectivas cubran hasta el 70% del coste de la película difícil”, que se abra “una línea de acción directa y financiación para las coproducciones internacionales de películas difíciles”, o que “aumente el presupuesto para la producción de películas difíciles que hoy en día es de 5.300.000 euros y que se equipare con los países de la Unión Europea”.
Por último, se solicita la consideración, en la convocatoria de las ayudas, de las nuevas formas de distribución: exhibición en festivales y foros a nivel mundial, a través de Video on Demand, en líneas aéreas y demás nuevas plataformas. “Los productores independientes no somos distribuidores tradicionales, así que no podemos garantizar que nuestra ‘película difícil’ se estrene en al menos 15 salas de exhibición en España, como propone la convocatoria. El compromiso de dedicar un 10% a la publicidad ya es un esfuerzo suficiente que manifiesta la intención del productor de que la película tenga un alcance nacional e internacional”, se afirma en la petición.
