“En el cine y la vida, somos nuestro mejor enemigo la mayoría de las veces, por eso hay tantas primeras películas no nacidas o enfermas, que en el camino se traicionaron por miedo o excesivo cuidado”, apunta Javier Rebollo –director de Lo que sé de Lola y El muerto y ser feliz– en la presentación de su “Taller amateur sobre cómo (no) hacer una película hoy”, feliz subtítulo para un título prometedor: “Solo se hace una primera película una vez”. Este singular taller se llevará a cabo en la Casa das Campás, en el Campus de Pontevedra de la Universidad de Vigo, los días 11 y 12 de diciembre (de 10 a 14h) en el marco de las actividades del Festival Novos Cinemas, que celebra su primera edición entre el próximo 11 y 13 de diciembre en Pontevedra.
En el texto de presentación del taller, Javier Rebollo se pregunta: “¿Se puede enseñar a hacer cine?”. Su respuesta: “Los cineastas no se jubilan, se mueren; están siempre aprendiendo. Las escuelas son un asco, la Academia y el maldito realismo castran al que empieza, y la falsa industria del cine español (que no existe) despista, como sirenas a Ulises. Hay que poner un poco de vida en el arte y un poco de arte en la vida”. Esa es la misión de este taller de 8 horas que presenta, entre sus objetivos, compartir las experiencias y el conocimiento del director de “La mujer sin piano”, asumir las dificultades de realizar una primera película y participar en un experiencia comunitaria.
Para cerrar la presentación-manifiesto del taller, que dispone de 30 plazas a un precio de 20 euros, Rebollo defiende que “hay que comprender que en cine la gramática es un instrumento y no una ley, que debe primar lo sensible frente al sentido, el instinto a la inteligencia. Que vale todo porque es el cine un arte impuro, y que para hacer una película bastará dentro de poco, como dice Isaki Lacuesta, con cerrar los ojos”.
