1. Le grand chariot, de Philippe Garrel. El autor de Les Amants réguliers reúne a sus hijos Louis, Esther y Lena, y juntos hacen una hermosa película sobre el hecho mismo de crear, sobre el paso del tiempo y sobre la transmisión entre generaciones.

2. Suzume, Makoto Shinkai. El director de Your Name vuelve a hacer una película sobre el tránsito, sumamente contemporánea en su tema (la existencia de otro mundo casi virtual y la preocupación por la naturaleza) y detallista y esplendorosa en su concepción visual.

3. Orlando, ma biographie politique, Paul B. Preciado. En su primera película, el filósofo Paul B. Preciado homenajea a Virginia Woolf y explicita, con la colaboración de una veintena de personas no binarias, el espíritu visionario y subversivo de la obra de Woolf.

4. Passages, de Ira Sachs. La historia amorosa de un director, atrapado entre una mujer y su marido, es, en manos de Sachs, una película llena de humanismo, en la que los personajes devienen personas de carne y hueso y la intimidad es perfectamente retratada.

5. Roter Himmel, Christian Petzold. El director alemán hace su primera comedia, pero no abandona un cierto poso trágico y el gusto por el misterio. Aquí, lo hace gracias a un escritor tan ensimismado que es incapaz de entrever qué sucede a su alrededor.

6. Here, Bas Davos. La naturaleza y lo urbano emergen de manera poética a la vez que concreta en esta pequeña y hermosa película de Bas Devos, en la que el cineasta belga explora la soledad y la compañía en nuestra sociedad.

7. Disco Boy, Giacomo Abbruzzese. Una de las revelaciones de la Sección Oficial, con un impecable Franz Rogowski, Disco Boy comienza con dos jóvenes bielorrusos que escapan de su país. Y pronto se precipita hacia la abstracción y hacia una estética propia de Claire Denis.

8. In Water, Hong Sang-soo. El experimento de Hong con la imagen difuminada no estará, sin duda, entre sus películas más memorables, pero sí que es un bosquejo interesante para entender las evoluciones de un cineasta siempre en movimiento.

9. Infinity Pool, Brandon Cronenberg. El director de Possessor sigue explorando los cuerpos y sus tranformaciones. Aquí, lo hace en un resort en el cual los ricachones creen poder hacer cualquier cosa y con una actriz, Mia Goth, sin la cual el fantástico contemporáneo no tendría sentido. 

10. Music, Angela Schanelec. La creencia de Schanelec en la puesta en escena es total. Como también lo es en la música y sus capacidades curativas, incluso en el contexto de la tragedia.