Fernando Bernal (Festival de San Sebastián)

1- Agnés Varda, por su humanidad y modestia y por haber ido a Donosti a recoger un premio y devolver a cambio su sabiduría y la película Caras y lugares. Una nueva muestra de su genialidad.

2- Jean-Pierre Léaud, rodando una película amateur con un grupo de niños en la magnifica Le Lion est mort ce soir. “Con vosotros se percibe el placer de hacer cine”, les dice en un momento del film.

3- La Materclass de Nobuhiro Suwa, el director de la película protagonizada por Léaud, en la que defendió la improvisación y su metodología de trabajo prescindiendo del guion clásico.

4- El cine argentino, que estuvo presente en casi todas las secciones y demostró un gran nivel. Una cinematografía que sale reforzada del festival.

5- Anahí Berneri, por su merecido premio a la mejor dirección por Alanis, gracias al cual también hemos recordado que es sólo la segunda mujer en recibirlo en 65 años.

6- La vida y nada más, que se llevó, muy justamente, el Premio FIPRESCI, pero hubiera merecido más; y Handía, que se consagró con el Gran Premio del Jurado. El autor debía haber estado de algún modo en el palmarés.

7- La Materclass de Raymond Depardon, en la que el documentalista francés defendió el carácter de “emboscada” de su cine, tras presentar la brutal 12 jours.

8- Las series de televisión, que se presentaron en la Sección Oficial (La peste) y compitiendo en Zabaltegi-Tabakalera (Vergüenza). Con total naturalidad, estamos, ya sin ninguna duda, ante la revolución catódica.

9- Fe de etarras, con la que Borja Cobeaga sigue la senda de Negociador y consigue una comedia sobre ETA y el terrorismo que congela la sonrisa y naturaliza hablar de ciertos temas hasta ahora tabú.

10- Martin McDonagh, que concitó las voluntades de la mayoría del público con Tres anuncios a la afueras de Ebbing, Misuri, que acabó siendo la vencedora de Perlas por aclamación popular.

Coda: En un palmarés que sorprendió con The Disaster Artist, nada y todo que reprochar al mismo tiempo. Se echa de menos más presencia de la radical y muy necesaria The Captain y, sobre todo, no se entiende la ausencia de Suwa y de su Le Lion est mort ce soir.