Mejor Película: No son pocas las candidatas a ostentar este título pero, para mí, la película del año es Retrato de una mujer en llamas de la francesa Céline Sciamma, una obra detallista, contenida y apasionada como la tormenta de verano de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, que marca el ritmo de la historia de amor protagonizada por unas deslumbranes Noémie Merlant y Adèle Haenel.

Mejor Dirección: Bong Joon-ho, por la pesadillesca alegoría social de Parásitos.

Mejor Actriz: Me siento totalmente incapaz de escoger entre una de las tres protagonistas de La favorita, la grotesca caricatura de época de Yorgos Lanthimos. Una vulnerable e histriónica Olivia Colman, escoltada por una Rachel Weisz maquiavélica y beligerante que se enfrasca en un duelo con una Emma Stone que se va deshaciendo de su inicial pose de corderito degollado para aprender de su oponente a jugar realmente sucio.

Mejor Actor: Antonio Banderas en Dolor y gloria. No puedo quitarme de la cabeza un ligero temblor de párpados, su manera de apartar la mirada al hablar y la voz suave.

Mejor Película de Animación: La pequeña gran maravilla que es ¿Dónde está mi cuerpo?, de Jérémy Clapin. En tono fabulesco, una historia extrañamente sensible y realista, teniendo en cuenta que está protagonizada por una mano cercenada.

Mejor Fotografía: El blanco y negro de aspect ratio casi cuadrado en El faro (The Lighthouse), de Robert Eggers. Repitiendo con Jarin Blaschke, director de foto de La bruja, se consigue generar una atmósfera amenazante e hipnotizante por partes iguales.

Mejor Documental: Meseta, de Juan Palacios. Vista en L’Alternativa Film Fest, donde se hizo con el galardón a Mejor Largometraje Nacional, es un sobresaliente retrato de un ecosistema (el del pueblo mesetario) en peligro de extinción.

Mejor Film-Ensayo: Vista en el D’A Film Festival, Lurralde hotzak de Iratxe Fresneda contiene interesantísimas reflexiones sobre la propia naturaleza de la imagen fílmica.

Mejor Cortometraje: Agouro, de David Doutel y Vasco Sá. Bellísimo, escueto y tenebrista relato narrado en animación de trazo grueso.

Mejor Reparto: La nueva adaptación de Mujercitas, de la mano de Greta Gerwig, trae consigo un destacable grupo de actrices y actores que contribuyen a la creación de un nuevo y afortunado imaginario para el clásico de Louisa May Alcott: Saoirse Ronan, Florence Pugh, Laura Dern, Timothée Chalamet, James Norton, Louis Garrel… 

Mejor Retorno Autoral: El de Ari Aster con Midsommar. Angustiante, a ratos psicodélico, y de desconcertante diurnidad, el director de Hereditary no dejaba a nadie indiferente con este film protagonizado por Florence Pugh (en un registro bastante distinto al de Mujercitas).

Mejor Arranque: El zoom out de casi tres minutos de Nosotros de Jordan Peele, con la imagen de una jaula de conejos mientras suena la escalofriante Anthem, de la BSO que Michael Abels compuso para el film.

Mejor Título: The Sisters Brothers, de Jacques Audiard, tomado de la novela de Patrick deWitt. Aquí se tradujo como Los hermanos Sisters, que es lo que vendría a ser, pero pierde la gracia del juego de palabras.

Mejor Soundtrack: El de Érase una vez en… Hollywood, lo último de Quentin Tarantino. El retrato de una época a través de su selección musical radiofónica, desde Deep Purple a Simon & Garfunkel, pasando por Neil Diamond y Maurice Jarre.

Mejor Diseño de Sonido: La envolvente atmosfera hawaiana de Swarm Season, de Sarah J. Christman. El mesmérico sonido unifica el brutal juego de escalas que contiene este documental.

Mejor Momento Musical: Podría acotar, titulando esta categoría como “Mejor Uso de Música de Stephen Sondheim de 2019”, ya que hasta tres películas de este último año han decidido homenajear cada una a su manera al genio del musical. Sin embargo, pasando por delante de Joker y Puñales por la espalda, la sentida Historia de un matrimonio se lleva esta mención de calle. Adam Driver se desgarra interpretando el tema Being Alive del musical Company en un micro abierto de bar.

Mejor Puesta en Escena: La de El lago del ganso salvaje, de Diao Yinan. Un neo noir chino de impactante, oscura y magnética imaginería.

Mejor Montaje: Feliz año nuevo, Colin Burstead, de Ben Wheatley. El cineasta, que firma el guion de la película, es también su montador. Uno de esos casos en que la línea entre la escritura previa al rodaje y la que se realiza en la sala de montaje queda totalmente desdibujada. Atropellada e inteligente.

Película en la que quedarse a vivir: Your Face, de Tsai Ming-Liang. Esa atención sobre el rostro desconocido que va, lentamente, tornándose familiar. Una pausa en la frenética rutina para descubrirse a uno mismo en los ojos del otro.

Programa doble: Varda por Agnès, el testamento fílmico de la enorme Agnès Varda, y Madame Cinéma, homenaje de Jonathan Reveron a Margot Benacerraf, fundadora y directora de la Cinemateca Nacional de Venezuela. Lecciones absolutas de humildad, amor por la gente y el séptimo arte, de la mano de dos magníficas cineastas que es muy necesario seguir recordando.

Película aperitiva: Maya, de Mia Hansen-Løve. No aporta nada especialmente innovador ni memorable a la filmografía de la directora, pero sí posee esa sensibilidad que la caracteriza, y ofrece en sí una suerte de viaje por la India.

Lo mejor en VOD: En un año marcado por los cinéfilos estrenos en plataformas como Netflix o Amazon Prime, no debemos pasar por alto los híbridos experimentos de dos realizadores tan interesantes como Paul Thomas Anderson o Hiro Murai. El primero ofrecía una musical y performática pieza colaborativa con Thom Yorke: Anima; el segundo, aliándose con su habitual cómplice Donald Glover (Childish Gambino) y Rihanna, presentaba Guava Island.

Mejor descubrimiento tardío: Pennies From Heaven, el film de 1981 de Herbert Ross. Como siempre, categoría patrocinada por la Filmoteca de Catalunya. Tristísima, peculiar y única, una película protagonizada por unos jóvenes Steve Martin, Bernadette Peters, Jessica Harper, y con una breve pero esencial escena a cargo de un magnético Christopher Walken.

Lo más esperado de 2020: Jojo Rabbit de Taika Waititi, Sobre lo infinito de Roy Andersson, ¿Dónde estás, Bernadette? de Richard Linklater, La mujer en la ventana de Joe Wright, Dune de Denis Villeneuve. Propósitos para el año que viene: ver más cine, leer más libros, escuchar más música, y compartirlo con quien quiera leerme y escucharme.