En Tres anuncios en las afueras, el director anglo-irlandés Martin McDonagh deja a un lado las piruetas metanarrativas de Siete psicópatas para recuperar la oscuridad existencialista y el fatalismo nihilista de Escondidos en Brujas. La diferencia es que este réquiem fílmico, dedicado a la fuerza (auto)destructiva del deseo de venganza, vampiriza la iconografía de la América profunda y criminal. Un imaginario poblado por policías racistas, adolescentes desencantados, bares de mala muerte, matrimonios abocados al rencor y otras miserias de la América white trash. Un escenario en el que destaca el hondo naturalismo actoral de la siempre brillante Frances McDormand, que encarna a una madre destruida por el brutal asesinato de su hija. No es que McDonaugh abandone el territorio del artificio distanciado para abrazar empáticamente a sus criaturas, pero la estupidez que marcaba muchas de las primeras decisiones de los personajes va dando paso a un progresivo reconocimiento de su humanidad, encarnada en el surgimiento de la compasión, el perdón e incluso la ternura. Manu Yáñez

Programación completa del Cine a la Luz de la Luna (Oviedo)