Carlota Moseguí

La diversidad temática es uno de los puntos fuertes de la próxima edición del DocsBarcelona, pero no el único. Heterogénea, sólida y valiente, la Competición Oficial del certamen barcelonés de documentales será recordada –y elogiada– por una tendencia poco común en los festivales de cine. Nos referimos al gran número de documentales sobre género e identidad sexual (realizados por mujeres) que contiene su sección oficial. Estos títulos que comentaremos a continuación son, además, algunos ejemplos de los mejores films de no-ficción que han tratado dicha cuestión antropológica en los últimos años. En este sentido, la posibilidad de ver Call Me Marianna (2015), Inside the Chinese Closet (2015) y Daniel’s World (2014) de forma consecutiva promete ser una experiencia insólita, pues cada uno de estos trabajos ilustra una forma diferente de aproximación a la sexualidad cuando ésta se ubica fuera del canon social: aceptándola, negándola o combatiéndola.

La primera vía –la aceptación–, es la que seguirá la protagonista del segundo documental de la directora polaca Karolina Bielawska. Tras su debut –un estudio del rol de la mujer en la Polonia moderna titulado Warsaw Avaible–, Bielawska explora en Call Me Marianna otro tipo de identidad femenina: una que se halla en pleno proceso de construcción. El documental muestra la lucha de una mujer por cumplir su único objetivo: modificar su cuerpo para ajustarlo al verdadero género al que pertenece. Sin embargo, cabe señalar que el film, presentado en el Festival de Jihlava y en la Semana de la Crítica de Locarno, no es otro documental sobre el calvario físico y emocional que sufre el paciente que se somete a una operación de cambio de sexo, sino una oda a los valientes que persiguen metas improbables. En este sentido, el sueño de Marianna es algo más que la realización de una intervención quirúrgica. Se trata de aceptarse a sí misma y de salir adelante sola, dejando su rol de esposo, padre e hijo para siempre. Este último cometido será el más complicado por culpa del sistema legal de su país, pues los polacos necesitan la autorización de sus progenitores para cambiarse de sexo –sea cual sea su edad–. Tras negarle sus firmas, Marianna se verá obligada a llevar a juicio a sus padres.

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En cambio, la actitud de los sujetos del documental Inside the Chinese Closet se sitúa a las antípodas de la fuerza de voluntad y coherencia ética de Marianna. La ópera prima de la realizadora italiana Sophia Luvara presenta una serie de personas homosexuales de origen chino que no quieren salir del armario por miedo a ser rechazados socialmente. Treinta y cinco años después de la aprobación de la ley del hijo único, la República Popular de China sigue sin aceptar un núcleo familiar formado por padres homosexuales. Inside the Chinese Closet retrata, por un lado, la desprotección de la comunidad LGTB china y, por el otro, las alternativas que dicha población ha ingeniado para suavizar sus condiciones. El film termina revelando dos fenómenos emergentes e ilegales: los matrimonios de conveniencia entre un gay y una lesbiana, y el mercado negro de bebés, cuyos compradores son padres no-heterosexuales que jamás podrán conseguir un hijo por el procedimiento regular.

Andy y Cherry forman una de las parejas falsas (o de conveniencia) que retrata el documental. Una pareja que, como tantas otras, decidió permanecer en el armario y llevar a cabo acciones ilegales para esconder su verdadera identidad sexual a sus allegados. Asimismo, el documental recalca la “falsa libertad” a la que se enfrentará la futura pareja de por vida. Luvara filma la negociación del contrato pre-matrimonial donde se decidirá el derecho a vivir separados o tener otras parejas del mismo sexo. Para el colectivo LGTB, la decisión de estas personas representa un retroceso en su lucha. Sin embargo, la negación pública de su sexualidad es el único camino que les permite disfrutar de ella en la esfera privada.

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Incómodo y necesario, Daniel’s World es el tercer documental que explorará la identidad sexual en el DocsBarcelona. Esta película, que causó polémica en el penúltimo Festival de Berlín, muestra el día a día de un pedófilo, concretamente el de un estudiante de literatura de la República Checa llamado Daniel. Desde el comienzo del film, su autora, Veronkia Lisková, define la distinción entre un ‘pedófilo’ y un ‘abusador de niños’. Si bien un pedófilo es aquel que siente atracción sexual por los menores de edad, el sujeto no tiene por qué llegar a cumplir sus fantasías. El propósito de la directora checa es dignificar los esfuerzos que llevan a cabo todos los pedófilos que combaten su enfermedad reprimiéndose. Como señalaba el personaje de Charlotre Gainsbourg en el segundo volumen de Nymphomanic a propósito de la pedofilia, no deberíamos sentir miedo o asco por ellos, sino reconocer su esfuerzo. “Ahora que he aceptado que soy pedófilo, ¿que voy a hacer durante los próximos cuarenta años?”, confiesa Daniel a un editor que quiere publicarle sus memorias.

Sin llegar a juzgarlo, Liskova nos introduce dentro del mundo interior de Daniel y del resto de pedófilos con los que se reúne diariamente. Así, la gran virtud de Daniel’s World se halla en el acercamiento al personaje: el público será incapaz de sentir rechazo hacia él, incluso cuando su voz en off confiese su amor secreto por un niño de seis años. Como Call Me Marianna o Inside the Chinese Closet, Daniel’s World es un documental esencial para educar nuestra mirada.