En Voyage à travers le cinema français (Las películas de mi vida) Bertrand Tavernier habla —siempre bajo el filtro personal de una cinefilia sobradamente demostrada— de algunas de las grandes películas olvidadas del cine francés de los 30-40. El director intenta así reivindicar una serie de cintas (películas de Maurice Tourneur, Jean Delannoy, Henri Decoin, Jacques Becker, etc). silenciadas en parte por el boom de la Nouvelle Vague y su desprecio hacia esas obras supuestamente anticuadas que englobaban bajo la categoría de cinéma de papa. Pero Tavernier no se queda ahí ya que realiza una panorámica que llega hasta los años 70 y que es, al mismo tiempo, “una aproximación subjetiva al cine de su país al mismo tiempo que constituye también una autobiografía del cineasta”. ER

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