(Foto de cabecera: «Princesita» de Marialy Rivas)
Un año más, La Casa Encendida (Madrid) acoge el festival multidisciplinar she makes noise, que desde sus inicios se ha centrado en aportar una visión crítica acerca la heteronormatividad y el patriarcado, desde la creación audiovisual contemporánea. Los encargados de comisariado Natalia Piñuel y Enrique Piñuel siguen apostando por el error y el glitch como estética generadora y un she fluido y transversal. Con los ritmos noise, tecno y dance de la cultura de club como elementos centrales del festival, she makes noise contará con seis actuaciones musicales y un workshop en arte digital: Glitch art: ver el sonido, escuchar las imágenes.
A la música en vivo y las performances, se suma un ciclo de cine que cuenta con cinco obras inéditas en Madrid (tres largos y dos cortometrajes), todas ellas ponen especial relevancia en lo sonoro y la música. Se trata de algunas de las propuestas más arriesgadas del último año, que tratan temas de importancia alrededor del mundo encontrando una perfecta conjunción entre el fondo y la forma. El ciclo está conformado por los siguientes títulos:
19 de octubre (19h) – Sala audiovisual
Team Hurricane, de Annika Berg. Una mezcla de ficción y documental sobre unas adolescentes danesas que comparten vidas no normativas, escapando de los estereotipos demandados por la sociedad neoliberal. Berg cuenta con un grupo de actrices no profesionales para retratar las actitudes más radicales de la “generación del selfie”, con una espectacular banda sonora de fondo. Team Hurricane, ópera prima de la danesa, fue premiada en la semana de la crítica del Festival de Venecia 2017.
20 de octubre (19h) – Sala audiovisual
Hiatus, de Vivian Ostrovsky. En este cortometraje, la directora estadounidense recoge la única entrevista televisiva que se conserva de la escritora Clarice Lispector, a partir de la cual crea un collage sobre el proceso de trabajo de Clarice y los paralelismos con sus sensaciones más personales, hasta llegar a plantearse dejar de crear para no formar parte del ruido que nos rodea, optando por el silencio. La obra obtuvo el premio especial del jurado en el Festival VideoEx (Suiza).
Junkanoo Talk, de Rhea Storr. Centrándose en el carnaval de Bahamas, Storr reflexiona sobre la legitimidad y la autoridad para hablar de una cultura determinada. La inglesa presenta el carnaval como acto subversivo, en este corto en el cual, a través de la parodia y la abstracción, se pone al servicio de la identidad cultural. El trabajo de la artista ha sido presentado en numerosos festivales, como los de Hamburgo, Londres o Belgrado.
Obscuro Barroco, de Evangelia Kranioti. En este largometraje, la directora y artista griega se desliza por los paisajes nocturnos de Río de Janeiro, con su tradición excesiva y vibrante, en constante mutación. Krianoti encuentra un mundo de lucha política en la realidad de los cuerpos de la comunidad trans carioca, a partir de las palabras de Luana Munix, icono queer brasileña, y textos de la escritora Clarice Lispector.
21 de octubre (19h) – Sala audiovisual
Princesita, de Marialy Rivas. Tras su primer largometraje, Joven y alocada (2012), con el que se hizo con el Premio a Mejor Guión Dramático en el Festival de Sundance, la chilena Marialy Rivas presenta Princesita, la historia de Tamara, una adolescente de 12 años que forma parte de una secta al sur de Chile. Se trata de una fábula siniestra sobre el violento paso de niña a mujer, en el que la joven feminidad de Tamara será abusada por una avasalladora masculinidad. La película ha sido presentada en festivales como Toronto, San Sebastián o Valdivia.