La primera y única aparición de Maria Callas en el séptimo arte estuvo orquestada por el maestro italiano Pier Paolo Pasolini. En Medea, la diva de la ópera encarna a la poderosa protagonista: bruja, matricida y estandarte del mundo arcaico. Se trata de otra de las múltiples aproximaciones de Pasolini al universo grecolatino, donde el autor proponía una redefinición del sentido de la sacralidad. La película presenta una puesta en escena atípica de la tragedia homónima de Eurípides, puesto que está centrada en la última parte del mito de los Argonautas; concretamente, durante la humillación y venganza de la maga Medea. Asimismo, Pasolini sitúa toda la trama del largometraje en el momento de mayor tensión de la leyenda. Es decir, cuando las diferencias entre las dos dimensiones se revelan incompatibles, y el mundo mágico debe vencer al racional. CM

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