David San Juan Bayón
Esta semana se conocían las candidaturas a los Globos de Oro, donde el drama romántico Call Me by Your Name ha sido nominada a Mejor Actor Protagonista, Mejor Actor de Reparto y Mejor Película en categorías dramáticas. Entretanto, su director, el italiano Luca Guadagnino, trabaja ya en diversos proyectos, incluyendo la secuela de la historia de amor entre Elio y Oliver, los personajes encarnados Timothée Chamelet y Armie Hammer. Guadagnino quiere seguir indagando en la relación de sus dos amantes –como ha hecho Linklater con su trilogía Before…– y planea continuarla dentro de tres años. Antes de eso, ya tiene planeados otros tres títulos: el remake de Suspiria, el thriller Rio y el drama histórico Burial Rites.
Su visión del clásico de terror de Dario Argento se encuentra en posproducción, a la espera de confirmación oficial de su fecha de estreno, que se espera para 2018. El director de Cegados por el Sol, aseguraba en una entrevista a Criterion que, más que un remake, su Suspiria será una versión reimaginada y personal del original italiano de 1977. El reparto está conformado por nombres de la talla de Tilda Swinton, Dakota Johnson, Chloë Grace Moretz y Mia Goth. La banda sonora correrá a cargo de Thom Yorke, cantante del grupo Radiohead.
Rio, por su parte, es una coproducción entre Italia, Reino Unido y Estados Unidos. Escrita por el británico Steven Knight (guionista de Locke, Peaky Blinders o Taboo), la cinta se encuentra en fase de preproducción y su rodaje se espera que comience durante el año venidero, según informa Cineuropa. Al casting principal de Jake Gyllenhaal, un periodista que queda atrapado en Río de Janeiro, y Benedict Cumberbatch, su acaudalado y misterioso amigo, se les acaba de sumar Michelle Williams.
Y por último, esta misma semana el portal Variety anunciaba que Guadagnino dirigirá a Jennifer Lawrence en un título que la actriz también coproducirá. Basada en la novela homónima de Hannah Kent, Burial Rites se centra en la historia de Agnes Magnúsdóttir, la última mujer ejecutada públicamente en Islandia. En el año 1830, Magnúsdóttir fue sentenciada a muerte por el asesinato de dos hombres y por quemar la casa de estos. La película indagará en el período donde Agnes espera la confirmación de su sentencia por la Corte Suprema, momento en que va forjando vínculos emocionales y románticos mientras reflexiona sobre sus supuestos crímenes.