The Babysitter parte de un guion rescatado de la “Black List” de Hollywood, una lista de algunos libretos que todavía no se han producido pero que de un modo u otro se han ganado cierto nombre en la industria. La película de McG, conocido por firmar la posmoderna saga fílmica de Los ángeles de Charlie, es una amable home invasion sin más pretensiones que las de servirse de lugares comunes y personajes recurrentes del slasher para entregarnos un irreverente entretenimiento camp. Y lo hace con la soltura y el regocijo de ser perfectamente consciente de su tamaño, lo que la dota de un gran desparpajo a la hora de valerse de alivios cómicos, momentos de suspense y algunos aderezos gore que se suceden de forma dinámica y efectiva. El descubrimiento por parte del joven Cole del perverso secreto que esconde su niñera, hará que esta y sus compinches intenten darle caza en una noche sin tregua. No estamos ante una obra de grandes alharacas, pero sí ante una propuesta que nos apetece visitar y entregarnos al etéreo encanto de su sencillez. Tal vez, el mayor debe que se le pueda poner a la cinta de Netflix es su proximidad temporal con otro título con el que comparte tanto género como espíritu festivo, Better Watch Out (2016) de Chris Peckover, una obra mejor afilada. En cualquier caso, cabe mencionarlo, ambas conformarían una estupenda doble sesión. David San Juan Bayón

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