En la casa, Concha de Oro en San Sebastián 2012, es una película hecha desde una constante fijación por otras obras o, más bien, sobre el proceso de creación de las mismas. La trama es sencilla: Germain es un profesor que ayuda a su alumno Claude a escribir una novela que, tal vez sí o tal vez no, está basada en hechos reales. La película plantea la (re)construcción de historias como herramienta de salvación (y condena) para los protagonistas y, aunque allí dentro haya reflexiones sobre la clase media actual, el sistema educativo en Francia o la crisis de la mediana edad, lo que realmente importa es el juego de espejos estructural. En este sentido, en uno de los últimos planos de En la casa asistimos a una pseudorrecreación del patio de vecinos de La ventana indiscreta donde dos personajes se comportan ya sin vergüenza como voyeurs a la búsqueda y captura de nuevos dramas. Ese cierre parece decir que no importa que la vida te haya destrozado ni quién haya sido el culpable, porque “siempre nos quedarán las historias”. La Concha de Oro habla de una cierta realidad pero siempre a través del artificio absoluto: más que una apología del arte, la película es un canto a la integración en la ficción ya que sus protagonistas prefieren una mentira bien contada a una realidad desesperada. ER

Programación completa de Bilbao Arte.